M.C.Carper para Amazing Stories Magazine: Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.
Juan Guinot: Soy Juan Guinot, tengo 42 años y nací dentro de un comercio en Mercedes, Buenos Aires, Argentina unos días antes que el hombre pise la Luna.
Salí del pueblo para estudiar en Buenos Aires y me recibí de las carreras Lic. en Administración, Psicología Social y Master en Dirección de Empresas. Mi especialidad es el marketing y creatividad.
Trabajé cinco años para que la gente mande su dinero al Estado. Luego, me dediqué seis años para que esa misma gente lo gaste en golosinas.
Escribo (no solo CF) desde niño y en los últimos años (desde que dejé la vida Corporativa) dedico muchas horas del día a la literatura. Tengo cinco novelas escritas, decenas de cuentos (muchos de ellos publicados en revistas y antologías), poemas y siempre tengo material en proceso.
ASM: ¡Cinco novelas escritas! Interesante. ¿Cómo empezaste a aficionarte en la CF?
J.G.: Con las historias de mis viejos sobre ovnis, alienígenas, dimensiones paralelas, viajes en el tiempo. Sumaron fuerza los comics, los dibujitos y series de la tele (Astroboy, Los Invasores, Cosmos, Star Trek) y el cine (Star Wars me dio el envión a la estratósfera). La literatura de mi niñez fue de género fantástico y aventuras. Los libros de CF me llegaron de grande.
ASM: ¡Qué curioso, yo también vi esos dibujos animados y series, je! Aunque con los años me he vuelto menos supersticioso y más analítico siempre tengo cierta afinidad con la gente de mi signo del zodiaco. Vi que sos de Aries en tu perfil, yo también, je, je. ¡Star Wars creo que me cambió la cabeza! ¿Y qué comics leíste?
J.G.: Superman, Batman, El Eternauta, Patoruzú, Condorito.
ASM: ¿Y cuando sentiste el impulso de escribir?
J.G.: Desde muy chico jugaba a armar historias haciendo dibujos, o con los juguetes y juegos de hermanos. Esa matriz de construcción de universos fue la que volqué más tarde al papel. Primero fueron pequeños cuentitos (mi vieja tiene registros de mi precoz pluma desde mis siete años). En la adolescencia pasé a los cuentos. Desde los treinta años me volqué a la novela, el microrrelato y el relato.
ASM: ¡Uh, sí yo también! Encima tenía stormtroopers y los tipos de la cantina de La guerra de las Galaxias y me armaba cada saga… Es que nunca terminaba la historia y las seguía como una vida alternativa. Creo que por eso mis padres piensan que no soy muy normal. Después conocí los juegos de rol y ahí si que armaba historias, agregándole algo de teatral con mis amigos de la secundaria que se acoplaban sin dramas ¿Jugaste rol alguna vez?
J.G.: No he jugado rol. Es algo que tengo pendiente. Pero si he jugado (y juego) a inventarme personajes y situaciones sobre los planos de la realidad en cualquier situación. Te doy un ejemplo: estos días tuve que ir dos veces al oculista porque se inflamaron los párpados; en la espera de una hora (sentado en una de las sillitas que miran al frente y atiborradas de pacientes) me irradiaron mensajes publicitarios de las operaciones de córneas que los del Centro de Ojo hacen y me empezaba a imaginar que todos los que estábamos ahí al momento de entrar a la consulta olvidábamos el mal que nos hizo ir y pasábamos a desesperar por tener una cirugía de córnea. Bué y de ahí mil cosas más que me sirvieron para soportar más de una hora. El subte es otro escenario de mis construcciones. Considero que eso es divertido y además sana de la locura cotidiana.
ASM: Já, já ¡Tremendo! Pero creo que varios escritores de CF (y otros que no) conocen esa misma experiencia. ¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?
J.G.: Los aspectos psico y socioeconómicos, la ecología. Construyo historias sobre lo que estimo serán las relaciones vinculares y simbólicas entre los humanos (pisquis, cuerpo y alma), la tecnología y el medio ambiente. En general trabajo sobre mis temores e intento buscar escenarios para superarlos.
ASM: Interesante. ¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?
J.G.: Espero que se editen mis escritos, tener lectores y poder dedicarme más tiempo a la escritura. Me gustaría mucho escribir para cine.
ASM: Cierto, todos los contadores de historias buscamos eso. ¿Te gustaría escribir para cine? ¿Sos guionista?
J.G.: Si, me encantaría. Hace varios años escribí guiones para radioteatro. En esa época no había tanta compu con sonido y el oleaje del mar, por ejemplo, lo hacíamos batiendo un balde con agua. Eso es romanticismo puro.
ASM: ¡Radioteatro! A veces escuchó algunos en la Radio Pública, los fines de semana, a la noche. Son muy buenos y este año ganaron un premio. ¿Se realizaron esos guiones que escribiste?
J.G.: Los guiones fueron interpretados en la radio durante los años 1988 a 1990, durante la explosión de las radios FM.
ASM: ¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?
J.G.: Primero la originalidad. Después el estilo narrativo.
ASM: ¿Originalidad? ¿Qué tipo de originalidad? ¿Sobre el argumento o como se cuenta ese argumento?
J.G.: Sobre el argumento y como se lo cuenta.
ASM: ¿No te parece que hoy hay muchos escritores que escriben muy parecido y sobre temas muy relacionados? ¿Nunca probaste a leer un cuento sin saber el autor y adivinar quien lo escribió?
J.G.: No, no hice esa prueba. En cuanto a lo que unifica en la escritura del material publicado puede tener que ver con carencias creativas y con esta idea que tienen las editoriales de alto consumo de encasillar al escritor en fórmulas.
ASM: ¿Estás de acuerdo con los filtros de edición? ¿Quién debería realizarlos?
J.G.: Si favorece el proceso de creación literaria, estoy de acuerdo. Si es para coartar al artista u orientarlo para el lado del mercado y/o necesidades comerciales/políticas del editor, estamos jodidos. Detesto los artistas-engranajes (y mucho más a los gerentes de esas líneas de montaje).
ASM: Hay que saber elegir en donde quiere estar uno ¿No? ¿Qué opinas de los neologismos?
J.G.: Me interesa inventar palabras. Considero que el desafío de la escritura es lograr que esas palabras entren en la historia sin llamar mucho la atención y que el lector la apropie. Si eso no sucede, es el fin de la magia.
ASM: ¿Qué es la CF para vos?
J.G.: Es un campo alucinante, sin límites, de pura irrupción e insurgencia, donde todo puede ser o haber sido distinto. Esa apertura de posibilidades de transformación de la realidad, es lo que más me atrae.
ASM: ¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?
J.G.: El terminal. Es un cuento que escribí en el 2007 y sacó un segundo premio en un concurso en España. Pero la anécdota es que nunca me dieron ese premio y cuando ese mismo año viajé a Madrid, pedí en cada una de mis lecturas públicas que me ayuden a buscar a los organizadores (todavía los estoy buscando).
El Terminal ha salido publicado en antologías y revistas. Este cuento inició un camino literario que hoy estoy transitando.
ASM: Bueno, los premios son algo para uno, muy personal. A mi me gustó recibir el premio de ilustración del PIEE. Pero también sé de otros premios y ya, ya. Por otro lado tenés a Obama como nobel de la Paz y después sale orgulloso anunciando que mataron a un tipo. Ahora estoy terminando de leer un premio Clarín de Claudia Piñeiro, “Las Viudas de los Jueves”. Opino que lo tiene bien merecido. Antes leí “El Viaje del Elefante” de Saramago, otro premiado. En fin, creo que El Terminal, se merece ese premio. ¿Crees que hay lectores para lo que escribís?
J.G.: Si, por supuesto.
ASM: ¿Tan seguro estás?
J.G.: Re-contra seguro.
ASM: ¿Tienes un e-zine favorito?
J.G.: Revista miNatura y Axxon.
ASM: ¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?
J.G.: Alberto Laiseca, Gustavo Nielsen, Marcelo Cohen, William Gibson y Vicente Luis Mora.
ASM: Ah, Laiseca ¿Participás en un taller dirigido por él? ¿Es un capo, no?
J.G.: Asisto al taller de Alberto Laiseca desde el 2003. Es un escritor adelantado a su época; el caso opuesto al que antes te mencioné de los escritores que van a la fórmula que permita que los editen.
ASM: Uy, ese tema me gusta mucho. Así que explayémonos un poco. Lo que noto es que hay un rechazo por lo nuevo y diferente y “demasiada” aceptación por la formula y el estilo que ha sido quemado por otros autores. En algunos casos, como el mío, tenemos de referente a ciertos autores, pero mi idea es escribir diferente a “mi” modelo. En el caso del dibujo, tengo en mi panteón de admirados a una docena de historietistas. De cada uno tomo algo que me resulta potable, pero no lo copio, lo traduzco a mi manera de hacer las cosas. Cuando comencé a escribir los relatos de Sálvat, el Nómada, los comentaban en Taller Siete. Me fue muy instructivo, pero quizá nadie percibió mi intención de emular a Robert Ervin Howard con su Conan. Es que fracasé rotundamente y me salió otra cosa. Una persona que me resultó muy rara al leerla fue Teresa Mira de Echeverría, pero acepté sus códigos. Lo mismo te puedo decir de Sue Giacoman Vargas, Néstor Figueiras y Alexis Brito Delgado, por nombrar a algunos. Otros prefieren estilos que cuadran y gustan a cualquier editor. No es que lo vea mal, pero prefiero escritores, o autores, mejor dicho, con voz propia ¡Ah! ¡Me olvidaba de rolcon! Ese si que tiene su estilo. Entre toda estas estrellas del firmamento, Ric Giorno me parece el más buscador, el tipo que prueba todo, al recordarlo me entran ganas de leer algo nuevo de él. Entonces, Juan ¿Podés decir por qué Laiseca es justo el caso opuesto a los escritores de fórmula?
J.G.: Casi por todo lo que acabás de mencionar. Laiseca es original y gran escritor. Sabe del oficio y escribe para contarnos algo que está en su mundo y no en la fórmula del éxito de la empresa editorial.
ASM: ¿Cuál es tu autor favorito?
J.G.: De CF Philip K Dick y JG Ballard.
ASM: ¿Según tu parecer, Los autores de Cf colaboran entre sí o son individuos aislados?
J.G.: Este aspecto es común al humano. Hay gente que trabaja con los demás y otros que lo hacen solos y entre estos dos polos aparecen un montón de matices como el gueto y la endogamia que muestran lo peorcito de nuestra especie.
ASM: Buena respuesta. ¿Qué opinas de los ilustradores?
J.G.: Son alucinantes, capos. Los admiro.
ASM: Je, bueno, que decir… gracias. ¿Es importante la divulgación de las novedades CF?
J.G.: Muy importante. Hay revistas/editoriales que están haciendo un trabajo épico por nosotros (miNatura, Próxima, Axxón, Cuasar, NCG, Portal de Ciencia Ficción y tantas otras).
ASM: ¿Qué opinás de la autoedición?
J.G.: Es una alternativa válida, siempre y cuando tengas la plata de distribución. Si pensás que podés vender/regalar/sortear diez libros, entonces edita diez libros. Hoy se puede trabajar a medida y lo importante es encontrar lectores más que centímetros de exhibición (o mejor dicho, hacinamiento) en las librerías.
ASM: ¿Te animás a opinar sobre algún editor que te haya publicado? ¿O no te haya publicado?
J.G.: Ricardo Acevedo y Carmen Signes. Ellos son los editores de miNatura. Tienen claro qué producto ofrecen, conocen del género y me exigen al máximo. Son híper trabajadores y grandes compañeros de lucha.
Laura Ponce edita revista Próxima. Es una mujer que está llevando adelante una Cruzada por el género. Tenemos que apoyarla porque está armando su base para algo mayor y para eso se requiere tiempo.
Pilar Barba (Pili B). Ella editó digitalmente NCG3660 y ahora lanzó la editorial NCG! Tuve la oportunidad de verla en La Semana Negra de Gijón y en Casa del Libro en Madrid presentando dos lanzamientos. Defiende con armas nobles, originalidad y mucha pasión a sus autores. Pilar va a pisar muy fuerte.
Luis Pestarini de Cuasar. Si bien no me ha editado, tiene un recorrido en el medio para respetar. Escucharlo es un placer. Recomiendo todas las novelas y revistas de Cuasar.
Eduardo Carletti. Lo que hizo y hace con Axxón es impresionante, es una persona muy generosa.
ASM: ¿Ves televisión?
J.G.: Si. Fútbol, películas y el noticiero. Consumo información todo el día. No me enganchan las series porque esclavizan.
ASM: Hmmm… Pero… ¿Crees en todo lo que dicen los noticieros? Con el tiempo ya me volví desconfiado. ¿Sabés que pasa? Tengo buena memoria y me acuerdo bien que dijeron y que hicieron ciertos personajes. También que hay cambios de opinión sobre los muertos. Digo, tipos a los que no quería nadie se mueren y pasan a ser divinos. ¿Qué opinas sobre esto?
J.G.: Porque creen que muertos ya no joden y se equivocan. Prefiero no hacer nombres, pero algunos muertitos joden más que cuando estaban vivos. Respecto de los noticieros me jode que hagan militancia de sus intereses (digo, de los dueños de los medios, sea privado o el Estado) y que dejen de lado el sentido originario del periodismo. En casi todos los medios funciona el concepto de góndola de supermercado ¿Sabés que se paga por el centímetro cuadrado de exhibición de un producto en un supermercado? El negocio del súper es inmobiliario. El de los medios, por ahí anda.
ASM: Claro, entiendo y comparto. El otro día escuchaba en la radio que el periodista no sólo debe mostrar las noticias, también debe indagar, cuestionar y nunca mostrar devoción a los protagonistas, si es profesional. Claro que también hay anunciadores y propagandistas profesionales que se dicen periodistas. Creo que esto es parte de la Relatividad del Error, como enunciaba Isaac Asimov en un ensayo. Hoy se dan cosas como veraces que mañana serán quizá demostradas como erróneas. En mi caso te digo que no estoy seguro de poder sostener esto que digo hoy, dentro de dos años. ¿Te ocurrió esto alguna vez?
J.G.: Varias veces con la política, la psicología y economía. No con el fútbol donde mi pasión por Boca está en una especie de Olimpo donde ni siquiera entra la Selección Nacional.
ASM: ¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?
J.G.: Todo parece viejo. Es una locura.
ASM: Já, já, es así. ¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?
J.G.: Internet me es de gran ayuda. Por ejemplo, ya no compro diarios, leo todo por Internet. También estudio mucho on line.
Sobre las redes sociales, creo que son herramientas de comunicación y cada uno debe pensar primero para qué la quiere usar y luego lanzarse a la experiencia.
ASM: Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a la literatura tradicional?
J.G.: Pienso que las historias a contar se montarán al soporte de cada época como lo fueron las paredes de rocas para los aborígenes. Si no hay nada para contar, si se decreta el fin de la historia, se nos vienen las rocas encima.
El libro de papel seguirá, crecerá el digital y los guiones para videojuegos, las historias interactivas y mucho más que se me viene a la mente y no contaré porque si no empiezo a escribir una novela.
ASM:¿Tenés muchas ideas para cuentos o historias? Te lo pregunto porque a mi se me ocurren dos o tres por día, algunas las comienzo y si me embarcó en otra la dejó sin terminar. ¿Te ocurrió algo así?
J.G.: Las ideas brotan a cada momento. La clave es tener algo para apuntarlas. Me pasa mucho con los sueños (todos los días amanezco con el recuerdo de un sueño). Para escribir, me parece, que está bueno arrancar con algo y terminarlo. En el tránsito narrativo seguro entran algunas de esas ideas que voy apuntando. Pero eso tiene que ver con mi personalidad, me mortifica no ver realizadas mis actividades.
ASM: Hmmm… yo nunca recuerdo mis sueños, pero mi esposa me dice que me la pasó riéndome todas las noches en dormido, ¿Por que pensás que en la opinión general, la Cf es tan infravalorada?
J.G.: En estos tiempos lo que es o deja de ser pasa por el mercado. Eso manda. Cuando el dedo del que orienta el consumo literario apunte a lo nuestro, es la hora de la edición a escala y facturar. Mientras tanto, lo que nos queda son pequeñas refriegas guerrilleras.
Suponiendo que ponemos a varios lectores de frente a una mesa de libros, veo que en general se opte por temas no referidos a la ciencia ficción y es entendible. No siempre la ciencia ficción incluye, muchas veces la temática es compleja, exige un vuelo creativo y/o de conocimientos que repele. Según mi modo de ver el arte es la puerta de la insurgencia y la Ciencia Ficción es estado de insurgencia pura y constante. No todo el mundo tiene ganas de, siquiera por entretenimiento, correr el velo cálido de la vida diaria.
ASM: Ahí tocaste un tema interesante. Hace poco vi un documental sobre el historietista Moebius. Él menciona la Negación como algo que hacen la mayoría de los seres humanos: Niegan la realidad, la eluden. Se arman de mil argumentos para evitar la realidad del sin sentido, de la muerte inevitable, que todo lo que somos y hacemos es solo un instante perdido en la eternidad ¿Pensaste en esto alguna vez?
J.G.: Si, mucho. Cuando era muy chico me ponía a pensar donde terminaba el universo, la cabeza me ardía y corría a pedirle ayuda a mi mamá. La pobre no podía darme la respuesta, pero me bancaba hasta que el fin de ese shock. Mirá lo que me hacés recordar. Ahora que evoco, la cabeza me vuelve a quemar.
La muerte, eso también me jode. De los diez a los doce años tuve un amigo con leucemia. Murió siendo mi compañero de banco y terminé la primaria con su banco vacío. Siempre sentí que él me acompañaba.
Los momentos de mi vida en que mejor me llevo con la idea de la muerte es cuando leo filosofía oriental. El libro Tibetano de los muertos es impresionante.
ASM: Interesante. ¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?
J.G.: Creo que llegaremos a viajar muy lejos. No se si conquistaremos algo. Más bien nos van a llenar de coscorrones por todas las cagadas que nos mandamos en nuestra Tierra.
ASM: ¿Ah sí? ¿Y podés mencionar alguna de esas cagadas?
J.G.: El mal uso de los recursos naturales, la degradación de las especies en manos del hombre, el individualismo, la contaminación, el rédito material por sobre la vida (del hombre, animales y plantas). Para poder salir al espacio, antes debemos algunas materias importantes en nuestra tierra.
ASM: Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?
J.G.: Me metería en un canal de televisión, irrumpiría en el programa de mayor audiencia y diría: me cansé de hablarles de los ríos contaminados, las tierras áridas por mal uso; no lo quisieron ver, ahora a jodernos.
ASM: Buena idea, me hace acordar a esos políticos hipócritas que le dicen a los humildes que pagan todos los impuestos: ¡Cuiden el agua! ¡No usen mucha que se acaba! Bueno te invito a realizar un ejercicio. Usa el Google Earth y curiosea sobre los barrios ricos de tu ciudad o los “countrys”. Vas a ver muchas piscinas enormes y laguitos artificiales con el agua renovada a diario. Eso sin contar algún show de entretenimiento donde usan hectolitros de agua. Lástima que a esos si les decís “A jodernos”, van a contestarte: ¡Jodete vos, que mientras pagabas, yo disfrutaba! ¿Cuál es tu película de CF favorita?
J.G.: Star Wars.
ASM: Sí, yo también adoro Star Wars. ¿Crees que los autores de CF son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?
J.G.: Son escritores con los vicios y virtudes de los profesionales de las letras.
ASM: ¿Cuál fue el último cuento de Cf que leíste?
J.G.: Un conflicto evitable, de Isaac Asimov (del libro híper recontra recomendable Yo, Robot).
ASM: ¡Qué lindo cuento! ¿Pensás que alguien leerá este diálogo?
J.G.: Casi seguro mi vieja desde Mercedes, mi viejo desde algún planeta y mi esposa en casa. A mi hijo de dos años se lo intentaré leer, pero seguro que ni bien lea la primera de las preguntas me pide que le ponga en You Toube la canción “Luna lanar” cantado por Leo García.