En “Del terror (Poe) a la novela de la ciencia sobre el sur (Verne)”, sugerí las relaciones intertextuales entre la novela The Narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket (Aventuras de Arthur Gordon Pym) de Edgar Allan Poe y Le sphinx des glaces (La esfinge de los hielos) de Jules Verne, publicadas en 1838 y 1897 respectivamente. La relación literaria entre estos dos autores debe considerar el establecimiento de una reflexión sobre la creación literaria a partir de lo que es ficción y lo que es “verdad” en el género de la (proto) ciencia ficción.
Varias décadas después, Verne decidió partir del final abierto de la novela de Poe y “continuarla” para resolver el misterio de ese sur que atrae pero también quita el sueño. El plan literario de Verne fue conducir la historia de Arthur Pym hacia un género literario novedoso y por el cual irónicamente se le refiere como uno de los precursores de la ciencia ficción y la fantasía: la novela de la ciencia. De esta manera, la especulación de Verne no recoge el horror y terror de la narración de Poe para prolongar la fantasía o crear nuevas fuentes de terror sino más bien para ofrecer explicaciones basadas en la ciencia moderna acerca del sur extremo del planeta. Así el escritor francés se apartó de la propuesta narrativa del norteamericano en un aspecto significativo: su aplicación del uso del verosímil científico para entretener al lector.
Es importante en este punto recordar la cercanía y diferencia entre “verdad” y “verosímil”. Mientras que “verdad” refiere a la conformidad entre actos y la realidad factual (no profundizo aquí en diferentes perspectivas—como la filosofía o el derecho-desde las que se interpreta la “verdad”), el “verosímil” es lo que parece verdadero, lo que es plausible con la realidad factual aunque no sea necesariamente verdadero. Veamos entonces otro ejemplo del tratamiento del verosímil científico en ambos autores.
El 13 de abril de 1844, Poe publicó “The Balloon-Hoax” (“El engaño del globo”) en el periódico New York Sun. El encabezamiento del artículo periodístico era una noticia espectacular del verosímil científico de la época: “¡Noticias asombrosas! ¡El cruce del Atlántico en tres días! ¡¡¡Gran triunfo de la máquina voladora del Sr. Monck Mason!!! Conduce el globo “Victoria” de tierra a tierra después de 75 horas.” En este artículo, Poe reportó el viaje en globo de Monck Mason—un personaje en parte real quien hizo otros viajes en globo en Europa pero nunca cruzó el Atlántico—de Londres a Charleston, Carolina del Sur. El artículo proclamaba cómo la ciencia había sometido a los elementos naturales—aire, tierra, agua—para crear un pasaje entre ambos continentes. La noticia produjo gran entusiasmo entre los lectores con las consiguientes ganancias para el periódico. Pero la ausencia del globo en la costa estadounidense obligó al periódico a publicar una necesaria retractación dos días depués (Steve Goldman, “The Great Balloon Hoax”). Si bien esta nota del 15 de abril aclaraba que había habido un error de comunicación, la misma no descartaba la plausibilidad del viaje transatlántico en globo, es decir, apuntaba su carácter verosímil: “La descripción del globo y del viaje fue escrita con una minuciosidad y una habilidad científica calculadas para obtener crédito en todas partes, y fue leída con gran placer y satisfacción. No creemos en absoluto que un proyecto semejante sea imposible” (el énfasis en cursiva y negrita aquí y en las instancias que siguen es mío). Con esta obra de Poe estamos ante uno de los “cuentos de raciocinio” en reversa del escritor norteamericano: antes de deconstruir una tecnología emergente para resolver un problema, Poe escribió una ficción que parecía verdad (Kay Cornelius 34). Esta es una de las razones por las que este relato-artículo se considera una manifestación temprana de la ciencia ficción (John Tresh 114) o proto-ciencia ficción.
En 1862, Verne comentó el artículo periodístico sobre el globo de Poe a su padre en una carta y señaló que se esforzaría por utilizar personajes realistas y un uso verosímil de la ciencia, en lugar de usar relatos fantásticos, para impactar a sus lectores. Sus novelas Cinq semaines en ballon (Cinco semanas en globo, 1863) y Le tour du monde en quatre-vingt jours (Alrededor del mundo en ochenta días, 1872) tuvieron a “The Ballon-Hoax” como una fuente de inspiración.
Se sabe que Verne no era un hombre de ciencia pero, como buen escritor del género, se mantenía informado de los avances científicos y tecnológicos de su tiempo. En una entrevista publicada en Strand Magazine en 1895, el autor francés declaró: “… en ningún momento he aparentado ser un científico, pero me siento afortunado por haber nacido en una época de notables descubrimientos (…) incluso cuando invento fenómenos científicos siempre trato y consigo hacer que todo parezca tan verdadero y simple como sea posible. En cuanto a la exactitud de mis descripciones, se lo debo en gran parte al hecho de que, incluso antes de empezar a escribir las historias, tomo muchas notas de cada libro, periódico, revista o informe científico que me encuentro. (…) soy un asiduo lector de cada publicación científica” (José Luis Moreno, “Julio Verne y la ciencia… ¿ficción?”).
Así el uso y manipulación del verosímil científico—que va tan cerca de la verdad científica—ofrece un ejemplo de conexión directa entre Poe y Verne y sus maneras de trabajar la imaginación literaria. Poe mezcló lo fantásticamente verosímil y lo real en relatos de terror y proto-ciencia ficción y, en una línea similar, Verne encontró un gran éxito con las aventuras de situaciones científicas. Ambos escritores ayudaron a crear una parte importante del género literario que leemos hoy en día como ciencia ficción. Ambos trataron de contar historias que pudieran existir en el mundo real, mezclando al mismo tiempo elementos plausibles, intrigante e inquietantes.
Vuelvo ahora al sur como terreno rico para la producción del verosímil científico. Si bien ni Poe ni Verne viajaron a las remotas islas de los océanos del sur, sus obras son parte de las referencias literarias (y no de exploración) de este espacio límite y del archipiélago de las Islas Kerguelen. Hay otros sures que metaforizan los extremos de lo ignoto. Ambos autores dirigieron la mirada de sus lectores a umbrales por atravesar para la creación de la ciencia ficción, el terror, el horror y la fantasía literarias, visuales y cinematográficas del siglo futuro. El futuro llegaría muy pronto. A principios del siglo XX, la pluma de H. P. Lovecraft nos devolverá a este lugar extremo con una propuesta semejante pero diferente del terrible sur.
Referencias adicionales
Kay Cornelius. “Biography of Edgar Allan Poe”. Bloom’s BioCritiques: Edgar Allan Poe. Chelsea House Publishers, 2002.
John Tresch. “Extra! Extra! Poe invents science fiction!”. The Cambridge Companion to Edgar Allan Poe. Cambridge UP, 2022.