De: Iván Prado Sejas
Giovanna Rivero*, en su novela “Alma oscura del alba: Una fábula”, nos presenta una historia excepcional que penetra en los sentidos y en los significados cognitivos de lo que resta de las culturas indígenas en Estados Unidos. Igualmente, en la historia emergen las vivencias de un migrante indígena del ámbito andino que vive en una reserva indígena. Esta novela de Rivero sigue los lineamientos de la literatura fantástica neoindigenista. Este tipo de literatura emerge a partir de su desarrollo en un entorno cambiante y de transformación de la sociedad y de las culturas indígenas. En este sentido, Cornejo Polar en “Sobre el ‘neoindigenismo’ y las novelas de Manuel Scorza”, para caracterizar la literatura neoindigenista, plantea cuatro factores que se entrecruzan: “a) El empleo de la perspectiva del realismo mágico, que permite revelar las dimensiones míticas del universo indígena sin aislarlas de la realidad, con lo que imágenes más profundas y certeras de ese universo. b) La intensificación del lirismo como categoría integrada al relato. c) La ampliación, complejización y perfeccionamiento del arsenal técnico de la narrativa mediante un proceso de experimentación que supera los logros alcanzados por el indigenismo ortodoxo. d) El crecimiento del espacio de la representación narrativa en consonancia con las transformaciones reales de la problemática indígena, cada vez menos independiente de lo que sucede a la sociedad nacional como conjunto.” En estas circunstancias, el indígena es visto en una dimensión mucho más holística, con aspectos tanto positivos como negativos. Así, se sale de la dimensión indigenista clásica donde el indígena es más visto como oprimido, sojuzgado, esclavizado, victima, etc.
La historia de la novela transcurre en la reserva indígena Red Hill (Colina Roja) en una región de Estados Unidos. Alma, una india altiplánica, se asienta en esa región y se introduce en la reserva indígena y comparte con bastante facilidad con sus congéneres indígenas a partir de sus propias características culturales. Sin embargo, la vida en la reserva no es nada fácil, y los indígenas intentan vivir como pueden en un contexto donde “los blancos” imponen su cultura. Por otro lado, una empresa canadiense que utiliza el fracking para absorber lo poco que queda de petróleo o gas, contamina los ríos y los lagos, asimismo, provoca desequilibrios en el entorno ecológico y geológico, y esto afecta de sobremanera a la reserva y sus habitantes. Y, como consecuencia, esto provoca el surgimiento de un movimiento indígena para defender el territorio de la reserva. En este contexto, Alma trae consigo una experiencia traumática provocada, según ella, por una abducción. Conforme ella describe, imagina o alucina, una noche de esas fue llevada a la fuerza por extraterrestres a una nave donde hicieron con su cuerpo una serie de experimentos. En sus recuerdos emergen vivencias donde su cuerpo había sido desalojado en un cruce espacio temporal que era incapaz de relatar todas las conjugaciones verbales emergentes de la experiencia horrorosa, en un momento, o celestial, en otro instante. Ella vincula su sensación de angustia con la posibilidad de ser madre de algo extraplanetario. Este recuerdo emerge de forma constante en la vida de Alma. Otro personaje relevante que surge en la historia es la de Russell, indígena de la tribu Sin Huella. Este vive en distintos lugares de la reserva, su vagoneta caravana le permite ir de un lado a otro. Sin bien su referencia es el pueblito de Yankton Lake. Se destaca por su gran tamaño y por su afición por los ciervos. Russell abre el imaginario mitológico donde la presencia de los ciervos expresa la presencia del Gran Espíritu. Su relación con la naturaleza y los animales va más allá de lo cotidiano y se adentra en dimensiones conocidas por los indígenas.
Por otro lado, son varias las mujeres que se destacan en la historia emergente. A parte de Alma, se destaca Willa, mujer indígena, que tiene su restaurante en el pueblo de Yankton Lake. Ella atiende a blancos e indígenas y vende desde cerveza a café. Su familia está dispersa y ella vive sola; su hija la visita de vez en cuando. Ella prefiere vivir en la reserva, puesto que en las ciudades de los blancos la vida es muy cara, según ella. Y prefiere también vivir en la reserva puesto que allá se siente ella misma. En la simplicidad de su entorno ella encuentra el sentido de la vida. Igualmente, está presente Zoé, joven indígena, sujeta a los vaivenes del entorno incorporando diferentes formas de vida, con trabajos esporádicos y de cantante en el bar de su madre; y en las noches trabaja de prostituta. Finalmente, resalta a Tayen, hermano de Russell, joven indígena rebelde. Él está contra la empresa canadiense de fracking por los efectos perniciosos en los territorios de la reserva. En estas circunstancias, la vida de Alma transcurre entre “oscuridades” y “luces”, en la reserva de los Sin Huella; ella oscila entre su “cordura”, la vida en la escuela, y su “locura”, emergente de la abducción y la presunta violación por seres extraterrestres.
Giovanna Rivero baña de realismo mágico toda la historia. En el mundo de los Sin Huella está el Gran Espíritu que penetra el entorno, el planeta y el cosmos. Está el espíritu en cada animal que el indígena puede establecer una relación, como los ciervos. Está el espíritu en cada planta, en el bosque, en el lago. El espacio no sólo se reduce a lo físico, existen portales que conducen a otras dimensiones. Existen malos y buenos espíritus, y los amuletos hacen parte de ese entramado vivencial.
La intensificación del lirismo emerge a partir del manejo que hace Giovanna Rivero de los diálogos, de las formas de pensamiento y sentimientos y de las maneras de actuar de los personajes. Cada personaje muestra sus sensaciones, sentimientos y pensamientos de manera vivida en la interacción consigo mismo y con el entorno. Rivero hace uso de técnicas narrativas que posibilitan a los personajes de su novela, expresar lo que son y lo que están siendo en un ambiente arrebatado por un sistema social macro que destruye el hábitat de hombres, animales y plantas.
La narrativa emergente de Rivero es compleja y obliga al lector a ubicarse en distintas formas de percibir y vivenciar la realidad. Por las características y vivencias emergentes, el indígena no es aquel sujeto simple que reduce su vida a lo básico. A partir de su cosmovisión propia y de la imposición cultural de los blancos, en la vida de los personajes se suceden experiencias que salen de lo simple y lo cotidiano. Cada experiencia que surge trae consigo distintos significados conforme la situación y el instante vivido.
La representación narrativa de espacio y tiempo que nos hace Giovanna Rivero está acorde a la realidad que viven los indígenas norteamericanos, una realidad abigarrada. Como sabemos, en EE.UU., las comunidades indígenas han sido reducidas a reservas. En estas circunstancias, dentro de las reservas, los nativos intentan mantener sus culturas; pero, la cultura de los blancos, como un ejército de marabuntas, se introduce para destruir todo lo que esté a su paso. Así, Giovanna Rivero, por un lado, nos muestra en la novela, la resistencia de los indígenas para preservar lo suyo. Y en contraste, también muestra la otra cara de los nativos que no asumen lo suyo, y caen en los vicios de una sociedad occidental en decadencia. El eterno presente es el que predomina en la vida de los indígenas que viven en la reserva de los Sin Huella. Algunos, se adecuan a ese tiempo, otros ingresan más en el tiempo lineal.
En cuanto a la proyección social, resalta el giro que le da Giovanna Rivero a la historia donde los personajes indígenas muestran su rechazo al capitalismo salvaje. Una empresa canadiense dedicada al fracking es el blanco de las protestas, y se forma un movimiento indígena para defender los intereses de la reserva.
En la historia que nos presenta Giovanna Rivero predominan los elementos fantásticos, con algunas pinceladas de ciencia ficción, y conforme el análisis realizado, la novela “Alma oscura del alba” corresponde a una narrativa dentro de la literatura fantástica neoindigenista**. Asimismo, la historia realza el papel de la mujer indígena, y Alma, como una indígena del entorno andino, se yuxtapone y se amalgama sin problemas a una cultura indígena norteamericana. Así, Giovanna Rivero, con su novela “Alma oscura del alba” proyecta su creatividad literaria al entorno indígena, y así va escarbando y mostrando sus propias raíces, siendo ella mestiza***. La escritura de Giovanna Rivero “descascara la cebolla” y muestra distintas capas dentro de una misma historia, no sólo como realidades físicas distintas, sino también como dimensiones de un universo múltiple.
Referencia bibliográfica: Rivero, G. (2025). Alma oscura del alba: Una fábula. Editorial El Cuervo.
* Biografía de Giovanna Rivero .
** Sobre literatura fantástica neoindigenista .
***Para aquellos que son de otras latitudes, en Bolivia, aproximadamente el 60 por ciento somos indígenas, el 30 por ciento somos mestizos, y apenas un 10 por ciento somos entre blancos, negros y amarillos.