“Apukunapa Kutimuynin”: Cuando los Apus despiertan

Para ver el corto aquí

Debo confesarlo, cuando vi el tráiler de “Apukunapa Kutimuynin”, corto producido por Ninakami Estudios, sentí que algo se moría en mi interior, ¿Qué era? La espera nociva de tantos años para que la cosmogonía andina deslumbre al mundo, una espera que desde el nunca estrenado film “Nuna” sentía que nos dejaba en falta.

Hay momentos en que la cultura popular trasciende el mero entretenimiento para convertirse en un puente entre mundos aparentemente distantes. Con “Apukunapa Kutimuynin” o en su traducción: El despertar de los Apus, es uno de esos raros fenómenos que logra lo que parecía imposible: fusionar la milenaria cosmovisión andina con la estética y narrativa del anime japonés. Porque a pesar de lo mucho que tantos recuerden con cariño “Las Locuras del Emperador”, Disney nos dejó mal parados, aunque con “El camino hacia El Dorado” de DreamWorks Pictures, se manifestó algo de la magnificencia de nuestro panteón y cultura.

Este proyecto peruano-japonés dirigido por Omar Vallejos no es solo un ejercicio de estilo, sino una declaración cultural que resuena con la fuerza de un pututu en el amanecer andino. Como diría Neil Gaiman: “Los mitos son espejos en los que nos vemos reflejados”, y “Apukunapa Kutimuynin” nos ofrece un espejo único donde nuestra identidad ancestral cobra nueva vida.

El tráiler de cuatro minutos lanzado el 8 de mayo por Ninakami Studio nos transporta a un universo donde las deidades andinas —dormidas en el imaginario urbano contemporáneo— despiertan para reclamar su lugar en un mundo que las olvidó. La premisa recuerda inevitablemente a “American Gods” de Gaiman, pero con un sabor distintivamente peruano: aquí no son solo dioses en el exilio, sino divinidades reclamando su tierra natal. Hay un plus, mientras los dioses de otras culturas están “muertos”, en el Ande Peruano-Boliviano, estos aún son venerados y las creencias en sus manifestaciones menores: demonios y seres mitológicos abundan sin que se descrea de su existencia un ápice.   

Sobre el corto que sirvió de tesis de maestría para Vallejos, podemos ver que la protagonista Sisa (con voz de Daniela Sosa) nos sirve como puente entre esos mundos con su encuentro con Nina. Recuerda en algo al estilo de Chihiro en “El viaje de Chihiro” de Miyazaki, pero con una protagonista que, de arranque, nos sumerge en la realidad latina, al pedirle su madre que le traiga un “batán”, piedra de preferencia de río, que sirve para moler granos y demás ingredientes para la cocina. A través de sus ojos descubrimos un panteón fascinante: Inti, el majestuoso dios sol (André Silva); Illapa, el tempestuoso señor del trueno (Óscar Meza); y la original Nina (Andrea Carpena), una deidad del fuego vinculada al imponente volcán Misti. Y no le voy a mentir, al principio no podía identificar a Nina en algún apu del panteón general, pero, al ver que era la representación del Misti, volcán tutelar de mi ciudad Arequipa, casi grito como cuando Perú clasificó al mundial de Rusia, más al verlo entre portales. Visiten mi ciudad, lo entenderán a la primera.

El universo mitológico andino reimaginado

La riqueza referencial de “Apukunapa Kutimuynin” merece un análisis más profundo. Cada fotograma está cargado de significados que entrelazan lo ancestral con lo contemporáneo en una danza visual fascinante.

La jarjacha, ese ser terrorífico de las leyendas andinas que representa la transgresión social convertida en monstruo (incesto), aparece reinventada pero fiel a su esencia aterradora. A diferencia de su tratamiento en documentales como “Jarjachas: Demon Incest of the Andes”, donde se presenta como una superstición local, aquí cobra vida como una entidad tangible y compleja, similar a cómo “Mononoke” (el anime, no la película de Miyazaki) convierte los yokai japoneses en metáforas visuales de traumas colectivos.

Jarjacha

El Mallku, la figura momificada que lee hojas de coca en el tráiler, evoca los rituales de adivinación andina pero con un estilo visual que recuerda a los médiums espirituales de “Shaman King”. Esta representación establece un diálogo fascinante entre la tradición oracular andina y los arquetipos místicos del anime, creando un lenguaje visual híbrido pero coherente.

Particularmente brillante es la transformación del torito de Pucará pero que deja la duda porque después en el mismo tráiler se le relaciona con el Supay, terrible demonio que en las danzas aymaras tiene justamente esos ojos grandes y dientes de jabalí. Detalle genial del vestido escolar gris, corriente en la época de la dictadura de Velasco Alvarado hasta entrados los noventas incluso. Sobre el Torito es una cerámica tradicional de Puno, que adorna innumerables hogares peruanos como símbolo de prosperidad, es reimaginada como un ser mágico invocado por una escolar en un momento de necesidad.

El sincretismo religioso, tema central en la historia peruana, se visualiza en la escena en que representan a la Iglesia de las Nazarenas, dónde está resguardada la imagen del “Señor de los Milagros”, representación de Cristo Crucificado que mueve a miles de miles en procesión cada Octubre, tanto así que se le denomina a ese mes “La Cuaresma Peruana”. La imagen, pintada por un esclavo liberto, es parte fundamental en la cultura peruana y ver que la contraponen con una ¿diosa? Que cambia de formas, es genial porque respeta esa constante conversación entre la fe cristiana y la fe popular.

Lo que diferencia a “Apukunapa Kutimuynin” de otros intentos de “mitología en anime” es su profundo respeto por las fuentes culturales. Mientras “Onyx Equinox” de Crunchyroll exploraba la mitología mesoamericana con cierta libertad creativa, aquí la investigación es meticulosa y abarcadora. Desde la Pachamama, que aparece un instante, hasta los Runapumas, felinos feroces que abundan en las representaciones de varias culturas preincas, cada elemento mítico está representado con precisión, pero reimaginado con la vibrante paleta visual del anime.

El diseño artístico bebe de múltiples fuentes preincaicas: la geometría sobria de Chavín, los patrones marinos de la cultura Moche, la explosión cromática de los textiles Paracas y la monumentalidad arquitectónica Wari. Todo ello recuerda a cómo “Avatar: La Leyenda de Aang” tomó elementos de diversas culturas asiáticas para crear un mundo cohesivo y único.

Pero lo verdaderamente revolucionario está en los detalles cotidianos: Sisa y Nina compartiendo anticuchos como dos amigas cualquiera, las calles caóticas de Lima, la belleza de los portales y la majestuosidad del Misti, la tensión latente en un templo católico, hasta la aparición que creo es de un Karisiri, imprimen una interculturización brillante. Y la aparición de Inti, el dios mayor de la cosmogonía andina, por lo menos a lo que respecta a la Inca. Porque al final de cuentas y con perdón de Japón, el verdadero Imperio del Sol, siempre fue el Tawantinsuyo. 

El tráiler también sugiere un conflicto central que resonará con los fans de “Princesa Mononoke”: la tensión entre lo ancestral y lo moderno, entre la naturaleza y la civilización. Los dioses que “regresan a reclamar lo que fue suyo” parecen enfrentarse a un mundo que ha olvidado sus raíces espirituales, un tema universal pero dolorosamente relevante en un Perú que a menudo parece desconectado de su propio pasado, al cual acuden solo para beneficiarse de lo que construyeron sus ancestros, pero que se olvida luego de los flashes y se deja en deterioro constantes su huacas sagradas, por ejemplo.

El equipo ganador

El equipo multinacional detrás de este proyecto —con artistas de Perú, Uruguay, Argentina, Colombia, Chile, México, Alemania, EE. UU. y Japón— demuestra que la globalización cultural puede ser una fuerza positiva cuando se aborda con respeto y conocimiento. El equipo base son: Dirección / Idea Original: Omar Vallejos; Dirección de Animación / Diseños: Sol Ferrari; Producción: Dafne de Vinatea y Música Original: Karin Zielinski. Ellos hace poco estuvieron en un envivo respondiendo preguntas, una de ellas es el costo de la temporada, que serían unos 3 millones, también al responder sobre el porqué no la vendía a los estudios grandes, respondienron que quieren conservar las líneas para que se respete la investigación base y la temática. Lo cual es osado en estos tiempos pero da alegría. Una entrevista a Omar y Sol antes de toda esta ola se las hicieron en el canal Los 3Tipos que comparto:

Pueden encontrar a Ninakami Estudios asuí:

  / ninakami.studio  

https://x.com/ninakamiestudio

  / ninakamiestudio  

“Apukunapa Kutimuynin” no es solo un hito para el anime latinoamericano, sino una puerta abierta para que nuevas generaciones redescubran la riqueza de nuestra mitología andina. Como dijo el Tayta José María Arguedas: “En la medida que el ámbito indígena se difunde y colora a los otros grupos y realidades; en la medida que se proyecta sobre ellos, la diversidad de sangres cultura e intereses adquiere el frescor rudo de una esperanza inédita, y la sabiduría absorta de quien empieza reconocer su fortaleza”. No hablaba de cerrarnos a las nuevas formas de imaginar nuestro futuro, representando nuestras costumbres a las nuevas materias visuales, sino de imprimirles su originalidad, y vaya que este corto lo ha hecho.

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