La cantidad de obras de ciencia ficción producidas en Bolivia, desde los años cincuenta del siglo pasado hasta el presente, posibilita tener un vasto material para producir todo un libro de ciencia ficción boliviana. En estas circunstancias, emergen obras relevantes que el lector puede adquirir en las librerías para poder deleitarse con historias que no sólo entretienen, sino que introducen al lector en mundos utópicos y distópicos que muestran las proyecciones de los autores hacia dimensiones donde la tecnología de punta, el conocimiento avanzado, las sociedades avanzadas o en decadencia y las ideologías inmersas que se pierden con su imaginación en dimensiones desconocidas, que sin embargo, reflejan el mundo de hoy de manera contundente. La ciencia ficción boliviana se destaca porque las historias no solo son “figura” sino tienen también un “fondo”, rico en contenido y significado.
En ese contexto emergen:
“En Qullasuyu Marka (lo que antes era Bolivia), en el año 2086, se constituye una nación que unifica a los aymaras, de distintas regiones. Saturnina, ingeniera espacial, mujer indígena, encabeza una revolución que intenta cambiar la estructura de la sociedad y pretende dar un rol protagónico a la mujer.” De Cuando en Cuando Saturnina (2014, 2da. Edición) de Alison Spedding, es una novela de ciencia ficción que fue escrita para que el lector revalorice la cultura aymara y vea con otra óptica el papel de la mujer indígena.
“En Gea es el año 2452, Atojj y sus cómplices son los dueños del mundo. Un gobierno hipercapitalista ha arrasado con la libertad, y los seres humanos son esclavos, controlados cibernéticamente. Phuyu y Kuntur se rebelan, Gea tiene que ser liberada.” “Hananpacha: En busca de la Libertad”, (2014), es una novela de Iván Prado Sejas que fue escrita para que el lector viva una aventura llena de vivencias y significados.
“En un futuro no muy alejado, en Iris, región tóxica, valientes guerreros comandados por el capitán Reynolds se enfrenta al poder del temible Malacosa, súbdito del dios Xlott. Reynolds logra convencer a varios guerreros para enfrentar a las fuerzas colonizadoras. Así las luchas se extienden a toda Iris, pero, Reynolds y su gente, se dirigen hacia Megara, donde está el tirano principal”. “Iris” (2014) es la novela de ciencia ficción de Edmundo Paz Soldán que fue escrita para impactar al lector, para introducirlo en un mundo decadente, donde la aventura tiene también un trasfondo político.
“Era el año 2195 d. C. en la ciudad de Cochabamba, y en el planeta ocurre no hay más petróleo, las computadoras han desaparecido y se ha producido una hecatombe en la costa del pacífico. Marilian Chiri se enfrenta a un sistema opresor que se traga a todo aquel que se le opone. “Waka Waka” (2015) es una novela Steampunk de Dennis Morales Iriarte donde aparecen dos historias entretejidas que dan lugar a un flujo y reflujo de realidad- irrealidad en un contexto fantástico.
“Más allá de la profundidades del Ser y del No Ser emergen personajes que dan lugar a historias surrealistas enmarcadas en la hiperviolencia. El Vigilante resume al hombre que ha desarrollado más su cerebro reptiliano, y por esto es dominado por sus impulsos más primarios. El Vigilante rompe con esquemas establecidos y el lector se pierde en dimensiones donde la hyperrealidad es lo tangible”. “Hyperrealidad: El evangelio de las profundidades” (2da. Edición, 2015) de Ronald Rodriguez Gonzales es una novela Cybergrind, que va más allá del ciberpunk clásico. El autor resulta ser Caronte y conduce al lector por el inframundo.
“En la Tierra se arma un sistema cibernético para suplir el Universo conocido. Este programa permitirá controlar a todos los habitantes del planeta, en beneficio de ciertas megaempresas y del gobierno de Estados Unidos. ¿Se concluirá de desarrollar el programa para esclavizar al hombre?” “El Hombre” (2013) es una novela de Álvaro Pérez que fue escrita para que el propio lector arme la historia conjuntamente con el escritor.
Aparte de las obras mencionadas, en este nuevo milenio aparecen obras relevantes que merecen ser leídas por el público lector como: “El Viaje”(2001) del escritor Rodrigo Antezana Patton, “Venus Reluciente” (2012) y “Nova” (2014) de Dennis Morales, El “Crepúsculo en la Noche de los Tiempos” (2008) y “Samay Pata” (2015) de Iván Prado, “Helena 2022″ (2012) de Giovanna Rivero, “El Huesped” (2004) de Gary Daher, “La Caja Mecánica” (2001) de Miguel Angel Galvez, y “Achachairu Western Moshinta” (2014) novela breve de Miguel Lundin . Estas obras pueden ser adquiridas en las librerías locales, nacionales e internacionales.
En ciencia ficción, se publicaron también cuentos de gran calidad literaria en varias editoriales nacionales e internacionales. El lector todavía los puede adquirir. Se tienen obras como: “Memorias de futuro” (2008) de Miguel Esquirol Ríos, “Huellas de Luna” (2011), y “Viaje al Fondo del Bar” (2014) de Gonzalo Montero Lara, “La mujer que no se equivocaba” (2008) de Marcela Gutiérrez, “Paralelo 22” (2010) de Biyú Suarez, “Después de las Bombas” (2012) de Gonzalo Lema, “La Bella Durmiente (2009), de Adolfo Cáceres Romero, “Armaggedon Sphere X” (2011) de Miguel Lundin Peredo, y finalmente se tiene “Las Edades Remotas: I Antología de Ciencia Ficción Boliviana ” con cuentos de gran envergadura de varios autores bolivianos como Homero Carvalho, Edmundo Paz Soldán, Adolfo Cáceres, Arturo von Vacano, Giovanna Rivero, Miguel Esquirol y otros.
Asimismo, las novelas premiadas con galardones nacionales de literatura como: “Hyperrealidad” (2011) de Ronald Rodríguez y “El Hombre” (2012) de Álvaro Pérez Quehui están a la venta en librerías locales y nacionales.
La ciencia ficción boliviana se sustenta, en este tercer milenio, con producciones que dan relevancia a temáticas diferentes donde, entre otros aspectos, se destacan: Representaciones de las culturas andino-amazónicas, presencia de alienígenas, situaciones utópicas y distópicas, tecnología avanzada, y civilizaciones altamente desarrolladas o en decadencia extrema. En este contexto, la ciencia ficción boliviana empieza a tener una cara propia, adquiriendo características muy singulares.
*Ivan Prado Sejas: Escritor y poeta, Presidente del PENCOCHABAMBA