MI ROBOT DEPRESIVO Y OTROS CUENTOS
VERA SCAMARONE, CARLOS
Editorial:EL GATO DESCALZO
ISBN:978-612-47011-3-9
Páginas:99
Pedidos a El Gato Descalzo
Hace unos meses tuve una agradable sorpresa de parte de mi editor: junto con unos libros míos venían la de otros autores que también habían publicado con la editorial. Es así como llegaron a mis manos dos libros de cuentos de Carlos Vera Scamarone.
Mi OCD me obliga a muchas cosas y una de ellas es leer los libros en orden cronológico. Leí pues primero Cartas para un éxodo, el que fuera su primer libro, ahora en segunda edición.
Una vez puse como aclaración que si un libro no me gusta, simplemente lo ignoro. Me parece terrible eso de destrozar a un escritor mostrándole todos los errores cometidos. Si no tengo algo positivo que decir, prefiero no escribir nada. Y nada iba a escribir sobre Cartas…
No es que el libro esté pésimamente escrito. Son rescatables los temas que las historias plantean. Es que simplemente no me impresionó. Se nota el trabajo de alguien que aún no dominaba el oficio. Los temas son interesantes pero están trabajados de manera inverosímil en muchos casos y con diálogos forzados en otros. Si me atrevo a nombrar este primer libro es porque creo que el caso de Carlos es un buen ejemplo de cómo se avanza con la práctica.
Muy diferente es el caso de Mi Robot Depresivo. Los cuentos son muchos más cortos, lo que demuestra el gran trabajo de depuración que Carlos está haciendo en sus historias. En el primer libro hay muchas escenas, muchas frases de más. En Mi Robot… no hay nada que sobre o que falte. Inclusive esta precisión le permite jugar con cierto vuelo poético en algunos de sus textos.
Siendo Carlos Vera Scamarone psiquiatra de profesión, no es de extrañar que muchos de los cuentos tratan de analizar la naturaleza humana, hasta el punto de dar una visión crítica a nuestra sociedad. Así el cuento que da título al conjunto es una crítica a lo que la sociedad considera “una buena educación”, la que muchas veces no toma en cuenta las verdaderas necesidades de los niños en particular. Un cuento que para mí hace eco a este es Ushamin, que nos muestra que la imaginación es percibida como un problema para una sociedad hambrienta de consumismo.
En otros cuentos juega con referencias a textos clásicos, como en el cuento Turquesa meridional retoma el famoso tema del cuento Sueño de la mariposa de Chuang Tzu. Por otro lado el cuento Ya llegó Godoy, hace clara alusión a Esperando a Godot. Si en el cuento de Becket se analiza la frustración del ser humano por la ayuda que nunca llega (El famoso Godot) en el cuento de Carlos la frustración continúa al darse cuenta que el “esperado”,el “genio” que resolvería todos los problemas es solo una gran decepción.
No es el único cuento que critica a la clase política. Al igual que Godoy, el personaje de Remi es un viejo decrépito quien descubre demasiado tarde que la solución para conseguir la paz, es que gente como él desaparezca por representar “[… ]un fantasma de épocas pasadas, del oprobio barbárico de nuestra antigua sociedad”.
El humor es una constante en mucho de los textos. Es el caso de El mar, texto que empieza como una reflexión sobre el mar, toma tintes pseudo filosóficos, para finalizar con una sorprendente vuelca de tuerca cómica.
Mención aparte merecen los cuentos que hacen referencia al mundo de los sueños, como son no solo Turquesa meridional, sino también De las camas o Cafre, cuento especialmente hermoso.
Es muy difícil hacer una reseña a un libro de cuentos breves sin dar muchos detalles y así arruinar el placer de la lectura. Solo quiero terminar recomendando este libro y también Cartas…, sobre todo a los que están dando sus primeros pasos en el mundo literario, para que comprendan que con trabajo se logran textos magistrales.