Crónicas de un futuro cierto. Por Cristián Londoño Proaño
Uno de las definiciones de la ciencia ficción dice que es el género literario que narra sobre las nuevas tecnologías y cuestiona su posible impacto en las sociedades hipotéticas o futuras. Es uno de los géneros literarios que en los últimos años ha experimentado un enorme crecimiento, haciendo que cada día más personas se sumen al «fandom». La obra «Hacia el espacio» del escritor hondureño Marel Alfaro Zuniga se inscribe con colores y matices propios en la ciencia ficción centroamericana. Nos acerca con acierto y prolijidad a las nuevas tecnologías y su impacto en la sociedad galáctica.
Cabe señalar que la obra del escritor hondureño se aleja totalmente del «provincialismo» centroamericano, y de la realidad social de su país. Escribe una obra que puede ser leída y disfrutada por cualquier lector del mundo.
«Hacia el espacio» es un conjunto de 15 crónicas, como bien lo menciona en el subtítulo de la portada, sobre el nuevo orden y la revolución galáctica. En estas crónicas, el autor nos transporta decenios en el futuro, cuando los humanos poblaron los planetas habitables en toda la galaxia. Se asume que el hombre pudo transcender a su propia naturaleza autodestructiva y colonizar varios planetas. Todo comienza, curiosamente, «en el fin de nuestros tiempos».
Estas crónicas están narradas desde el punto de vista de un ágil cronista espacial que vive cada uno de los momentos históricos del nuevo orden. Es testigo de los terraformadores o de la conformación de la Confederación Galáctica. En unos de los párrafos dice: «en un principio, el nuevo orden se estructuró en la Confederación Galáctica, conformada a su vez por las tres Federaciones humanas con mayor bagaje y peso político en el universo: Natoh, Struo y Trahere». También asistimos admirados a las transformaciones genéticas de los seres humanos a lo largo de las décadas, hasta desprenderse de su propia naturaleza y quedar sólo el recuerdo de los primeros humanos.
«Hacia el espacio» está narrada con saltos amplios en el tiempo. Vargas Llosa llama a este recurso: punto de vista temporal. Es un recurso en que los sucesos acontecen de forma vertiginosa y en cuestión de pocas páginas, el cronista nos cuenta acontecimientos de varias décadas en su futuro. Es una constante en la obra.
Las historias de «Hacia el espacio» están ligadas al desarrollo científico, genético y tecnológico de los seres humanos que durante siglos viajaron y colonizaron la galaxia.
Como en toda buena ciencia ficción, las historias develan problemas actuales, los analizan y muchas veces los critican. Las crónicas de Marel Alfaro Zuniga analizan y cuestionan el proceso de evolución de los seres humanos, e intentan responder a las preguntas: ¿A dónde va la humanidad? ¿Cuál es el destino de los seres humanos? ¿Cuál es el límite de los seres humanos?
En cada una de las crónicas hay un coherente manejo científico. Hay cifras y cálculos físicos. El escritor maneja las teorías físicas. De ésta forma, Marel Alfaro Zuniga logra entregarnos su concepción de cómo ocurrió el nuevo orden y se produjo la Revolución Galáctica. Logra que las crónicas adquieran verosimilitud y nos parezcan cercanas. Esto nos plantea dos situaciones esenciales. La primera, se evidencia que Marel Alfaro Zuniga hizo una correcta investigación científica, logrando que su texto tenga densidad. Como lo decía el escritor ruso-estadounidense Isaac Asimov en uno de sus ensayos: «no hay buena ciencia ficción sin buena ciencia». Y la segunda, las crónicas tienen la facultad de sumergirnos en sus leyes y hacernos pensar que quizás fueron redactadas por un viajero espacial, que por una suerte de desfase temporal nos llegaron a nuestras manos. Esta facultad hace que las historias sean auténticas y verdaderas. Una verdad que quizás subyace en las crónicas. Vargas Llosa decía que la literatura es «una mentira verdadera». Y es precisamente, este sabor a verdadero lo que nos deja el libro.
La obra «Hacia el espacio» contiene un conjunto de 15 crónicas sobre el nuevo orden y la revolución galáctica que tienen un estilo directo, ameno, inquietante y lúcido, escritas con conocimientos científicos. Nos queda las ganas de conocer más acerca del nuevo orden. Quizás, hay un guiño a las futuras obras del escritor hondureño, donde nos siga contado del mundo galáctico que imaginó y nos maravilló.
Sobre el autor: Nacido un 24 de Octubre de 1989 en San Pedro Sula, Cortés. Honduras, Centroamérica. Docente de Educación Media en el área de Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Pasante de la Carrera de Licenciatura en Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula. Dibujante de tiempo libre, ilustrador, editor y escritor. Quinto lugar en el Concurso Latinoamericano de Micro Ficciones; “En el Fin del Mundo”, Buenos Aires, Argentina, año 2012. Autor de “Hacia el Espacio”, 15 Crónicas Sobre el Nacimiento del Nuevo Orden y la Revolución Galáctica, libro de Ciencia Ficción, año 2016. Editor y fundador en El Yolyo Maya, blog de poesía empírica y narrativa libre. Editor y fundador de Pársec, Revista Multicultural Juvenil, El Progreso, Yoro. Honduras, Centroamérica 2017.
Sobre el blogger: Cristián Londoño Proaño Nació en Quito, 1973.Escritor de ciencia ficción, fantasía y poesía. Guionista, productor y realizador audiovisual. Inventó y desarrolló el concepto de la novela de fantasía andina, que se plasma en su trilogía de novelas “El Instinto de la Luz”, su primera novela lleva el mismo titulo. Publicó las novelas “Los Improductivos” (2014) y “El Instinto de la Luz” (2011). Publicó los poemarios: “Desojare” y “Luna de Solitarios”. Obtuvo los premios: I Bienal de Joven Poesía Ecuatoriana Jorge Carrera Andrade y el primer premio del V Festival al aire libre del Municipio de Guayaquil. Escribió y dirigió las obras de teatro: “Amantes azules” y “Los Cirios Negros”. Escribió, dirigió y produjo los documentales: “Jorge Enrique Adoum: el poeta desenterrado”, “Malayerba: la condición humana”; “Jorge Velarde: autoretratos” y “Sábato”. Escribió, dirigió y produjo la miniserie histórica de docu-ficción “Patriotas”. Escribió, dirigió y produjo las series de documentales de literatura “La Belleza de Sentir” y “Literamanía”; la serie de documentales de arte ecuatoriano “Arte de Sentir”. Sus producciones retratan a los actores del acontecer literario y cultural ecuatoriano de finales del siglo XX e inicio del XXI y reúnen aproximadamente a 66 documentales.