Hace cinco años en Monterrey Nuevo León, la ciencia ficción estaba en coma, la literatura formal, los escritores, así como la comunidad cultural del Estado la tenían excluida. Había algunos signos de vida en los estados de Puebla y Tamaulipas.
Y cierto día, por internet, mi amigo y reconocido investigador de la ciencia ficción mexicana Miguel Ángel Fernández Delgado, desde la capital de México, me informa que en Monterrey estaba a punto de abrir un curso de ciencia ficción mexicana del siglo XIX, impartido por el escritor y especialista de cine Alejandro Martínez Salinas en la Casa de la Cultura de Nuevo León (En ese entonces, absorto en trabajos de contabilidad y sistemas, deseaba retomar el dibujo fantástico y aprender más sobre las tendencias literarias asistiendo a un círculo de poesía en una librería de la ciudad). Apasionado de esos temas, asistí a la recomendación de Miguel Ángel Fernández y con la gran sorpresa: poca gente asistió al curso y de hecho, fui el único que lo terminó.
Entonces, en los pasillos de la librería donde asistía al círculo de lectura de poesía, al pasar por los estantes de ciencia ficción y mirar los títulos norteamericanos, me nació la idea de comenzar a promover, hacer “germinar”, el gusto de los lectores por de la ciencia ficción mexicana, en especial de la regiomontana. La primera fase sería formar un círculo de lectura de ciencia ficción contemporánea y que sea el pretexto para incluir creación literaria de este apasionante género literario. Con algo de experiencia en armar propuestas a clientes sobre soluciones de telecomunicaciones y meteorología, construí una propuesta cultural para dicho círculo para María Belmonte, directora de la Casa de la Cultura de Nuevo León. Contra todos los pronósticos, se aprobó dicho proyecto, era junio de 2010 y fue tanto el éxito que duró un año, cuando normalmente un círculo de lectura dura sólo tres meses.
Sentía dentro de mí una misión, y era la de conformar una antología formal de ciencia ficción de Nuevo León, jamás se había hecho algo similar, por lo general los pocos escritores que se atrevían a escribir sobre el género, no incluían la palabra ciencia ficción. Los textos generados en el círculo fueron la base del proyecto. Para conocer más escritores, tuve que consultar la biblioteca y la librería de la Casa de la Cultura de Nuevo León. Recordé vagamente haber visto en la tv que en un bar de la ciudad solían hacer lecturas de su obra escritores locales. Fue así que buscando encontré el lugar, el punto de reunión eran los miércoles de cada semana en el hoy desaparecido Café Nuevo Brasil, me refiero al ciclo literario “Escritores en su tinta” coordinado por el reconocido escritor Eligio Coronado (todavía hoy coordina las lecturas, pero con otro nombre y en otro espacio), ahí fue el lugar de estudio de campo, tomaba notas y algunas veces grabé ciertas lecturas, comenzaba a conocer personalmente a muchos escritores locales. Hice entonces la convocatoria del proyecto a los escritores que ahí conocí, así como a otros que conocí en otras circunstancias.
De manera alterna al círculo, organicé los conversatorios de ciencia ficción, que actualmente va para la emisión número cinco; el primero, realizado en la Casa de la Cultura de Nuevo León, era la reunión por vez primera de los escritores de nuestra ciudad que en su mayoría habían abordado la ciencia ficción en los noventas: Jorge Chípuli Padrón, Isidro Gerardo Ávila Calderón, Luis Eduardo García Guerra, Ramón López Castro, Aldo Rodrigo Sánchez Tovar y Alfonso Treviño Cantú. Esa mesa de diálogo se replicaría ese mismo año en la Feria Internacional del Libro Monterrey en las Jornadas de Detectives y Astronautas diseñadas por Joserra Ortíz, donde se incluyó la primera lectura a nivel nacional de poesía de ciencia ficción de nuestros escritores y poetas.
Al término del ciclo del círculo de lectura, seguimos compartiendo nuestra afición en las redes sociales con un grupo en facebook llamado Hiperespacio (Le llamé así por un proyecto personal de una revista impresa de ese mismo nombre), hoy esta comunidad virtual tiene más de mil integrantes ( https://www.facebook.com/groups/166465350058701/).
En 2012 la Universidad Autónoma de Nuevo León, mi alma máter, me publicaría la antología de ciencia ficción, gracias a la confianza y visión de José Celso Garza Acuña, en esta publicación se da a conocer la obra de ciencia ficción de cuarenta escritores radicados o nacidos en Nuevo León, bajo el nombre de “Mundos remotos y cielos infinitos” en ese libro se incluye una cronología de la ciencia ficción en Nuevo León, producto de una laboriosa investigación. Pero simultáneamente aparecería junto con otra antología de su servidor, un libro sobre Scifaikus, o haikús de ciencia ficción, un género que tiene mucho tiempo de practicarse en EEUU, pero era la primera vez que se introducía en México, ese libro llevó el nombre de “Cuadrántidas”. En ambos libros, que se publicaron al mismo tiempo, también ilustré sus portadas.
En estos cinco años en la labor de promoción de la literatura de ciencia ficción y la literatura fantástica, he coordinado eventos literarios en muchos espacios culturales y literarios de Monterrey, presentaciones, mesas de diálogo, talleres, lecturas, etc. trayendo, con apoyo de Conarte, a grandes personalidades de diversas partes del País que cultivan estos géneros como Federico Schaffler, Raúl Cruz Figueroa “Racrufi”, José Quintero, Miguel Ángel Fernández Delgado, Carlos Pineda, Gerardo Horacio Pocayo, Gerardo Sifuentes, Alejandro Badillo, Jaime Alfonso Sandoval, Juan Carlos Abara Halabi “El duende Bubulín”.
Han surgido de Hiperespacio iniciativas de escritores de ciencia ficción que han hecho su gran contribución proactiva a la literatura, grandes constelaciones como Vanessa Garza fundadora de Escritoras del Norte de México. Andrea Saga, Luis Eduardo García y Hermann Gil Robles fundadores de Escritores Independientes Capítulo Monterrey (EICAM). José María Mendiola (QEPD) coordinador del taller de creación literaria de ciencia ficción “Nikola Tesla”, el colectivo y taller “El nudo” de José Julio Llanas; los seis escritores antes mencionados fueron por cierto publicados en Mundos Remotos.También dignos de mención Fernando Mol y el proyecto de Revista Hiperespacio e Hiperpodcast, Gera de la Garza “El marqués” y su programa de tv internet de ciencia ficción “En menos de 12 Parsecs” y desde su propia trinchera el club de cf y blog llamado “El jardín del sueño infinito” de Jim Wolf.
He colaborado haciendo sinergia con Scifi México de mi tocayo Fernando David Villarreal en los eventos de convención de comics y anime en Cintermex. También he coordinado con revistas literarias de Nuevo León especiales de ciencia ficción, en Oficio, Urbanario, Papeles de la Mancuspia y Poetazos. En el primer encuentro de talleres de creación literaria coordinado por el vocal de literatura Ricardo Díaz Vázquez en el Instituto Mexicano Norteamericano de Relaciones Culturales, Hiperespacio fue el grupo con más participación, y fue una gran sorpresa para escritores y público en general asistente escuchar sobre robots, naves espaciales, futurismo y monstruos, en lugar de los temas tradicionales de la literatura dedicados al amor y desamor.
Hoy por hoy, Nuevo León es punta de lanza en ciencia ficción; en una conferencia sobre la literatura nuevoleonesa, escuché al ponente, un amigo y reconocido editor a nivel nacional, Antonio Ramos Revillas y comentó que no se explica porqué existe un gran auge de la ciencia ficción y la literatura fantástica en Nuevo León. Tan solo el año pasado se presentaron en la FIL de Monterrey siete títulos de ciencia ficción de autores locales. La UANL ha reeditado la obra de ciencia ficción de Ramiro Garza y de Gabriel González Meléndez. Su servidor coordina además el Certamen de Scifaikus y relato breve de ciencia ficción “Ramiro Garza” y colaboro junto con Abraham Martínez Azuara con el Certamen nacional de cuento y poema de ciencia ficción “José María Mendiola”.
Este año, diseño y coordino 12 eventos literarios para la Feria Internacional del libro Monterrrey 2015 en el llamado “Ciclo Hiperespacio”, y será en dicho ciclo donde celebremos nuestro cinco aniversario.
Actualmente doy continuidad en la labor de formación siendo integrante de la comisión académica de la Red de Promotores Culturales de Nuevo León “Nodo52” y coordinando talleres de creación literaria en la Cadena Ciudadana de la Cultura AC que dirige Abel Moreno López. Y escribo artículos para el sitio DiarioCultura y para la revista norteamericana Amazing Stories.
Agradezco a todos los integrantes del Grupo Hiperespacio, tanto a los fundadores como a los nuevos. Sin su apoyo nada de esto sería posible. Cinco años de actividad digna de un gran tornado, es alucinante pensar lo que se pudiera cristalizar en otros cinco años más, por lo pronto, a disfrutar del pastel.
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