Conversando con Claudio Landete Anaya – Escritor español

 Claudio Landete Anaya – Escritor español – Autor de Escultores de Hombres

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M. C. Carper para Amazing Stories: Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.

Claudio Landete Anaya: Cada vez soy más consciente de que sólo soy una gota en la inmensidad del mar.

ASM: Cierto, pero una gota que tiene su recorrido.¿No quieres comentar algo más de tu persona, humildad aparte?

C.L.A.: De mi persona sólo remarcaría que no he podido desligarme de la casi infinita capacidad de imaginar que disfrutamos cuando somos niños.

ASM: ¿Cómo empezaste a aficionarte en la CF?

C.L.A.: Siempre me gustaron las historias con un trasfondo tecnológico o especulativo y no puedo darte una referencia concreta. De niño, cuando un cómic caía en mis manos, disfrutaba más si se me explicaba de forma plausible el porqué sucedían las cosas. Leí verdaderas montañas de tebeos de niño. Entonces había un anuncio televisivo que se me quedó marcado a fuego en la cabeza, decía algo así como: Donde hoy hay un tebeo, mañana habrá un libro. Y en mi caso puedo asegurar que así ha sido.
Pero en el ámbito literario sí puedo afinar el momento que marcó en mí la tendencia para el futuro: quedé maravillado cuando en muy poco espacio de tiempo leí de forma consecutiva tres novelas de Robert A. Heinlein: Amos de títeres, Puerta al verano y Tropas del espacio. Dejaron en mí un recuerdo imborrable. Entonces supe que me movería dentro de este género.

ASM: ¿Y cuándo sentiste el impulso de escribir?

C.L.A.: Empecé a escribir allá por el año 1990. En aquellos días me quedé desempleado y llenaba el tiempo escribiendo (a mano) relatos breves de ficción, con un final sorpresa, recolocando el ángulo de la narración en el desenlace. Algunos de esos relatos fueron publicados en un par de semanarios de la comarca, con bastante buena aceptación. Y continué haciendo cosas.
Me costó un poco dar el paso del borrador manuscrito a trabajar directamente en el procesador de textos, pero una vez familiarizado la verdad es que no había color, tal y como me habían aconsejado amigos escritores.

ASM: Sabes, soy fanático de escribir a mano. Todo, los cuentos y los guiones de comics que hago los trabajo en cuadernos, antes de pasarlos al Word. Ahí sí los corrijo. Es que tiene otro sabor. Ojala pudiera hacer como tú. ¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?

C.L.A.: La relatividad de todo. Recuerdo ahora un relato que escribí hace tres o cuatro años y que todavía está inédito en el que imaginé una persecución a una mujer que se había compadecido de un niño y lo ponía bajo su protección, sin conocer muy bien la problemática del chico. Los malos son malísimos, como villanos de serie b, hasta que al final descubres que en realidad nadie es tan malo, todos tienen unas motivaciones justificables. Una interpretación errónea o una perspectiva sesgada hacían que los viéramos como perversos o dañinos.
Me gusta abordar historias con un punto de humanismo, que digan alguna cosa sobre nosotros mismos. No me va nada una historia en la que sólo se haga un alarde de conocimientos.

ASM: Coincido con eso, los humanos tienen una dimensión enorme para dedicarse solo a lo tecnológico en una historia. Yoss, el conocido escritor cubano, bromeaba conmigo sobre un viaje espacial de latinos donde se batían con machetes por una de las chicas de la tripulación, já, já. Ahora me vienen a la mente los cuentos de “Escultores de Hombres” ¿Cómo se te ocurrió escribir esa novela?

C.L.A.: Esa novela es un ejemplo muy válido de la importancia que tienen los editores, filtrando, incentivando, orientando los esfuerzos de los escritores. Eran textos desparejados hasta que José Joaquín Ramos, editor de Alfa Eridiani, me sugirió que ampliara el material y le diera una visión de conjunto. Fue una experiencia muy gratificante porque me permitió reflejar inquietudes de mi universo interior. 0p’¡

ASM: José Joaquín Ramos tiene talento para esas cosas. ¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?

C.L.A.: Quizás lo más difícil en la vida es encontrar tu sitio. Yo siempre me he movido dentro de una doble y ambigua faceta de escritor/editor. A día de hoy puedo confirmarte que no busco para nada la fama y la prueba palpable es que no circulan originales míos en los concursos que se convocan periódicamente. Cualquier organizador que convoque algún certamen literario de ciencia ficción lo puede corroborar.
Escribo por el placer de hacerlo. Voy entregando originales, conforme me los piden, en alguna publicación de CF. No hay por mi parte un empeño en ofrecer material. No recorro el circuito de premios y publicaciones, como hacen la mayoría de autores en busca de la máxima difusión.
Sí que me alienta la presencia de mis hijos, que cuando crezcan lean las cosas que imaginaba su padre y que reflexionen cinco minutos sobre el modesto legado cultural que les dejaré.
Quiero escribir y me gusta mucho; pero siempre me gana la partida el impulso de realizar alguna obra que reporte algún beneficio comunal. Estoy muy satisfecho porque en marzo he editado varias obras que se encuadran en esta filosofía: El Hijo del Hombre de Félix Ballesteros Rivas con una idea que nació hace treinta años, en los tiempos de Nueva Dimensión y La Geisha de Bucareli de Héctor Chavarría, que un aficionado me confirmó recientemente que sabía de su existencia y ha esperado muchos años para verla publicada.
O la inminente En busca de una historia de la escritora cubana Marié Rojas. Con el palmarés literario que tiene cada uno de ellos, ves que hay una coincidencia entre el Premio Andrómeda y otros certámenes de prestigio. Supones que estás editando la colección Libro Andrómeda con unos criterios adecuados.
Escribiré porque, como te digo, me gusta, cuando disponga de más tiempo alguna vez me presentaré a algún certamen; pero parece ser que donde soy más útil es editando a otros escritores de género o realizando actividades de difusión de la CF.

ASM: ¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?

C.L.A.: Buena pregunta. No puedo darte una única concreción. El relato tiene que ser coherente, tampoco puede frustrar expectativas en el lector; necesita ser construido con ciertos pilares básicos, igual que una casa. Pero los ladrillos y vigas que utilices pueden ser de formas y materiales muy distintos. Desde la primera línea tiene que estar dirigido hacia el objetivo que se persigue en el desenlace. Lo siento, de veras, pero sólo puedo darte pinceladas.

ASM: ¿Estás de acuerdo con los filtros de edición? ¿Quién debería realizarlos?

C.L.A.: Tiene que haber filtros, obviamente, como en cualquier actividad. Yo he optado por reunir un equipo de colaboradores para cada iniciativa que emprendo porque considero que los demás enriquecen mi visión, aportan mayor diversidad de matices y opiniones.
Hace años era más cuadriculado. Por ejemplo, me costaba valorar las obras humorísticas porque consideraba que la broma restaba capacidad de reflexión a la trama. Hoy ya no lo veo así, pero ha tenido que pasar tiempo, mezclarme con opiniones más acreditadas que la mía, adquirir perspectivas más amplias.

ASM: ¿Qué opinas de los neologismos?

C.L.A.: La ciencia ficción necesita de los neologismos, es su argot, su parafernalia; una herramienta principal porque al intentar rebasar barreras tienes que trabajar con conceptos nuevos que habrán de ser definidos y a los que se les tendrá que poner también un nombre.

ASM: ¿Qué es la CF para ti?

C.L.A.: Ya di mi definición de Ciencia Ficción hace un par de años y no voy a entrar en ello de nuevo. Sólo diré que es importante, como todas aquellas cosas que nos cuesta definir, explicar por qué nos apasionan tanto. La ciencia ficción es una constante en mi vida, sencillamente eso.

ASM: ¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?

C.L.A.: Está reñida la cosa. Hay dos textos que siempre que los releo me emocionan y pueden hacerme incluso llorar en cuanto me descuido por la carga emocional que tienen los personajes, pero me decanto por Nacer otra vez.
Nacer otra vez narra la historia de un experimento militar en el que intentan llevar a cabo la primera desintegración y posterior rematerialización de una persona: una viuda que sufre ataques de agorafobia, desde el fallecimiento de su marido. El psicólogo analítico adjunto del proyecto tiene remordimientos por la utilización sin escrúpulos que hacen de esta triste mujer. La sensación de culpa impregna casi cada escena del relato.
También se da la circunstancia de que es el primer relato de extensión media que escribí. Ahora que me has hecho pensar, me doy cuenta de lo unido que estoy a ese texto.

ASM: ¿Crees que hay lectores para lo que escribes?

C.L.A.: Como te he dicho, no me prodigo mucho. Pero a veces me llegan voces que dicen haberles gustado lo que leyeron mío. El método Feldman, Planos de divergencia o El protocolo Babel han sido algunas de las últimas obras divulgadas de las que he recibido comentarios favorables de lectores.

ASM: ¿Tienes un e-zine favorito?

C.L.A.: A día de hoy reconozco que no los leo mucho. Te sorprenderías del poco tiempo de que dispongo. Además, no te lo creerás, pero hasta hace cinco meses no tenía Internet en casa. Ahora estoy descubriendo un universo de posibilidades al alcance de un clic. He ojeado algún artículo sobre cine de ciencia ficción en el blog de Planetas Prohibidosy me ha gustado bastante. Y la labor de edición electrónica de Alfa Eridiani merece también una mención.

ASM: ¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?

C.L.A.: Fuera de la ciencia ficción, Arturo Pérez Reverte me gusta, tanto escribiendo novela: El club Dumas, La sombra del águila… como en sus artículos de opinión: Patente de corso, Con ánimo de ofender…
Dentro de la ciencia ficción hay autores españoles que me han sorprendido muy gratamente Sergio Parra, Antonio Moreno Álvarez, José Ramón Vila (Txerra), Mª Concepción Regueiro, Magnus Dagon… cualquier obra de ellos que caiga en las manos siempre se puede considerar, cuanto menos, de interesante.

ASM: ¿Cuál es tu autor favorito?

C.L.A.:   Philip K. Dick, sin discusión. Sus historias incluyen a personajes con problemas psiquiátricos, trata la relatividad de la percepción. Aunque hace un par de años descubrí a Richard Matheson con Soy leyenda y aTheodore Sturgeon con Cuando hay interés, cuando hay amor, que también me han proporcionado momentos memorables.

ASM: ¿Según tu parecer, Los autores de Cf colaboran entre sí o son individuos aislados?

C.L.A.: Llevo ya unos años en esto. Creo que lo más razonable que puedo decir es que es un entorno competitivo y que lo que muchas veces hace grande a un escritor o a un aficionado, también da forma a sus miserias.
Cuando comencé, la impresión fue muy negativa, la verdad. Me pareció que era gente muy encerrada en sí misma. Una voz amiga me avisó que el mapa de la ciencia ficción en España se constituía en pequeños reinos de Taifas y que prácticamente competían unos con otros. Poco después lo vi.
Ahora aprecio que mayoritariamente la nueva generación pujante es distinta, de tendencia más conciliadora. Hay nombres propios que tienden la mano para ayudar a los demás. Y aunque sólo sea en base a sistemas de trabajo que se parecen o toman de referencia al networking empresarial o al crowdfunding cultural, pero hoy veo que la gente pone de mejor grado sus recursos a disposición de proyectos que no son propiamente suyos.

ASM: ¿Qué opinas de los ilustradores?

C.L.A.: Van muy ligados a este género, igual que con el de novela juvenil que presenta varios puntos de coincidencia. Comparten el espíritu del escritor o su misma locura. Según se mire. (Risas)

ASM: ¿Es importante la divulgación de las novedades CF?

C.L.A.: Sí es importante. Tanto el escritor como el editor de ciencia ficción, acostumbran a tener un perfil digamos… cultivado. Son personas que leen, se informan, reflexionan, intercambian experiencias… y por tanto son conscientes del tema «visibilidad de marca». La divulgación de novedades en la CF es importante. Recordemos a Isaac Asimov: la Edad de Oro pasó. Ya no es posible leer todo lo que se edita. Por tanto se leerá lo más visible, lo más divulgado.

ASM: ¿Qué opinás de la autoedición?

C.L.A.: La autoedición en la literatura tiene un halo despectivo, a diferencia de otros ámbitos como por ejemplo la música, donde sí está mejor visto que un creativo se encargue de darle forma a sus primeras maquetas. Pienso que es un error, pero la literatura no deja de ser un mercado más, lo que supone la existencia de ciertas barreras a la entrada de nuevos agentes.
Para vencer esas barreras, siempre habrá quien se decante por la autoedición. Es una opción digna.

ASM: ¿Te animas a opinar sobre algún editor que te haya publicado? ¿O no te haya publicado?

C.L.A.: Como dice el refrán: Cada maestrillo tiene su librillo.
Los editores aficionados de ciencia ficción son como empresarios sin ánimo de lucro que repercuten sus beneficios en promocionar a más autores. Trabajan un montón, muchas veces no se aprecia. Y tienen sus estrategias.
Yo a veces he cuestionado los criterios de selección de algún editor o el oportunismo fácil de publicar a un autor y no a otro; pero también es verdad que, incluso en igualdad de medios, no hay dos editores que le den una misma orientación a sus publicaciones. Cada uno dirige su barco lo mejor que sabe por aguas tortuosas.
Consejo para navegantes: es muy enriquecedor reflexionar porqué sí o porqué no has sido editado. El contraste de experiencias y estrategias es un regalo que te lleva a crecer.

ASM: ¿Ves televisión?

C.L.A.: Claro!!! Bob esponja, Ben 10 Alien Force, Dora la exploradora, Los Gormitis, Icarly… Por lo único que hoy no paso es una serie se llama Lazy Town. En fin, tengo dos niños, de seis y ocho años, y es lo que toca de momento. Cuando se van a dormir es que ya no tienes cuerpo de ver nada. Sólo de meterte tú también en la cama y leer diez minutos antes de apagar la luz.

ASM: ¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?

C.L.A.: Ha cambiado el envoltorio a causa de la tecnología pero la sociedad sigue siendo a grandes rasgos la misma.

ASM: ¿Qué piensas de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?

C.L.A.: Son como catalizadores, en sí no te dan nada nuevo que no pudieras obtener antes, salvo la disminución del tiempo necesario para conseguirlo: divulgar de forma más eficiente un contenido, obtener antes un contacto o una información.
Pero las nuevas formas de comunicación necesitan estar constantemente alimentadas de datos, es el espíritu que se está fomentando. Eso puede que a la larga cree algún problema de eficiencia, de saturación por exceso de información…

ASM: Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Piensas que eso reemplazará a la literatura tradicional?

C.L.A.: La lectura tradicional ya ha sido reemplazada. Haz un experimento, pregunta a cualquier chico de veinte años quién fue Isaac Asimov. No lo saben. Otro experimento: intenta que visionen 2001: una odisea del espacio, casi no pueden, tienen dificultades con el formato.
Los formatos y contenidos están cambiando, tomen por ejemplo las películas: Crónicas Mutantes, Skyline, Sucker Punch… cada vez más se olvida el tradicional lenguaje cinematográfico, para pasar a una sucesión de planos-secuencia que no son más que meras capturas de pantalla de videojuego.
El condicionamiento es total y absoluto.

ASM: El condicionamiento es total y absoluto… El mundo ha cambiado mucho desde nuestra infancia ¿No? ¿Piensas en el futuro? ¿Qué será de la humanidad en el Planeta Tierra?

C.L.A.: No hay ni habrá nada nuevo bajo el sol.
Hoy me he llevado una pequeña sorpresa. He comenzado a leer un libro antiguo de economía, del año 1976 y en las primeras lecciones que habla del desarrollo de los países emergentes, te dice que si el tipo de interés de los préstamos es muy bajo, rozando la subvención, el dinero no llega nunca a quien más lo necesita para generar recursos sino que se lo quedan en exclusiva los terratenientes, los dueños de las grandes explotaciones, la aristocracia. La operación es más segura para el prestamista, pero no hay desarrollo nacional.
Los emprendedores, los pioneros del bien común siempre tendrán que bregar con las peores condiciones.
Es sólo un mero ejemplo. Las deficiencias de la sociedad son y serán básicamente las mismas, lo que pasa es que el hombre es un animal de escasa memoria y no recuerda el último cambio de ciclo.

ASM: ¿Por qué en la opinión general, la Cf es tan infravalorada?

C.L.A.: Por que necesita un esfuerzo activo por parte del lector/espectador: la aceptación de las reglas de juego del universo de ficción. Por varias razones, según cada caso, pero mucha gente no pasa de ahí. Fui a ver la película Origen de Christopher Nolan con amistades que les gusta mucho el cine y solemos ir con frecuencia.
Lo pasé de miedo, viendo cómo extendían ante mí el contrato de ficción con las reglas de los escenarios oníricos y cómo la cinta cinematográfica intentaba sorprender con una vuelta de tuerca tras otra vuelta de tuerca, ciñéndose a ese contrato vinculante. Mis amistades se perdieron en la historia. Y yo por mi parte compré el DVD a la que tuve una ocasión.

ASM: Pero ¿Te gustó la pelicula? Te cuento que yo no recuerdo mis sueños y los pocos que puedo retener son breves y medio tontos, sin sentido. A mi esposa le encantó el film, yo no pude encontrarle la vuelta. Claro que en Escultores de Hombres tu has explorado muchas variantes de la siquis humana ¿Podrías explicar mejor la idea?

C.L.A.: A mí sí me gustó Origen porque todo lo que tiene que ver con el tema psicológico me va.
Sé que es un tópico la idea de sueños dentro de otros sueños y no distinguir un escenario onírico de uno real. Es verdad que casi no recordamos los sueños cuando despertamos y que al compararlos con la realidad quedan como algo deslucido e indefinido. Pero… ¿quién no se ha despertado con el corazón latiendo como loco dentro del pecho porque acaba de salir de una pesadilla? Dentro del escenario onírico lo soñado es la única realidad de ese momento. Yo he despertado a veces y he tenido la sensación de haber experimentado olores y sabores.
Origen, pienso que toma un poco de referencia la visión Freudiana de la psique. Que hay diferentes intensidades, según a qué nivel de pensamiento consciente/subconsciente te encuentres. Y que por ese motivo el tiempo subjetivo tiene diferentes velocidades según el nivel de sueño.
Ese concepto está presente de forma parecida en Escultores de Hombres, en el episodio El laberinto psíquico, hay una “Tasa de transferencia mnemotécnica”, la velocidad no es la misma en el mundo real que cuando estás sumido en un ejercicio de simulación en tu propia mente para convertirte en policía cerebral.
En esa obra hay intereses de grupo, reflexiono acerca de que aunque estamos en una sociedad que fomenta escalar el éxito individual o gremial casi a cualquier precio y con pocas o ningunas consideraciones hacia terceros, hay momentos en los que no puedes evitar que la gente actúe según un examen conciencia.
Entonces sientes como si el mundo se detuviera por unos momentos. Es la empatía que llevamos dentro de nosotros emergiendo como una fuerza de la naturaleza que no se puede contener por más tiempo.

ASM: ¿Imaginas que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?

C.L.A.: No lo haremos, hay que ser realistas. No estamos ni preparados para protegernos de un cuerpo de grandes dimensiones que venga directo hacia la Tierra. ¿Cómo vamos a conquistar las estrellas? Asistí hace medio año a una conferencia de astronomía y me quedé boquiabierto. Si un asteroide se dirigiera hacia nosotros, la mejor opción, y siempre contando con un tránsito largo que permitiera actuar, sería pintar al asteroide de alguna manera para que el diferencial de calor de la luz del sol reflejada en su superficie le hiciera girar poco a poco y modificar levemente su trayectoria. Pero para pintar el asteroide hay que estar dónde no sabemos cómo ir. Estamos en pañales.

ASM: Si hubiese un holocausto climático o ecológico… ¿Qué harías?

C.L.A.: Abrazarme a mi esposa y a mis hijos.

ASM: ¿Cuál es tu película de CF favorita?

C.L.A.: La naranja mecánica de Stanley Kubrick. Es muy fiel a la novela de Anthony Burgess y toca temas interesantes: la técnica Ludovico de condicionamiento de la conducta, la jerga ficticia del Nadsat, el hecho de que si alteras una mente para modificar un comportamiento, será a costa de perder alguna función actual.

ASM: Sí, Burgess se pasó en esa novela. ¿Crees que los autores de Cf son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?

C.L.A.: Un poco sí, para qué vamos a negarlo. Podemos estar paseando, haciendo deporte, en un restaurante… y en vez de ello quemamos horas buscando argumentos plausibles para crear historias. No le preguntes a mi mujer, por favor.

ASM: ¿Cuál fue el último cuento de Cf que leíste?

C.L.A.: Lo último que he leído ha sido el relato Muy arriba, muy adentro… de Juan G. Atienza publicado en la Antología de Novelas de Anticipación núm. 9 de Ediciones Acervo. Algo así como del año 1.969.

ASM: ¿Piensas que alguien leerá este diálogo?

C.L.A.: Si lo has leído tú y también yo, ya somos una multitud.

Enlaces a los sitios de Claudio Landete Anaya

Página Literaria
https://elconciliodetantalo.blogspot.com
Página Personal
https://universofuturo.blogspot.com
Blog Premio Andrómeda
https://todoslospremiosandromeda.blogspot.com
Portal Colección Libro Andrómeda
www.libroandromeda.com

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