La escritora mexicana Laura Elena Cáceres, una apasionado de la literatura fantástica ha realizado una reseña de un libro de ciencia ficción y fantasía (segunda parte de una saga) de un autor de Monterrey Nuevo León, el siguiente texto fue elaborado y leído por ella en la presentación de dicho libro en la Feria Internacional del Libro de Monterrey. Y nos ha autorizado publicarlo.
Estamos ante la segunda entrega para saber que la aventura debe continuar, estamos ante la pesadez de la vida, pero debemos recordar que también aprendemos y vivimos muchas vidas a través de las historias, y eso nos extiende en experiencia. Por lo que sabemos cuando extendemos una aventura. Lo único que nos espera es continuarla, avanzarla, seguir el hilo que nos unirá a otra red, y de ahí ir estructurando a un entramado mejor construido y más estructurado.
Héctor nos confió en la presentación del año pasado que esta sería una gran historia (la lectura de este texto fue hecha aproximadamente en el mes de octubre del año del 2017 durante la presentación del libro) , tanto así que requería de cinco entregas, pero no es un deseo espontáneo sino una construcción que viene desde varios años atrás, si no es que casi una década, como el autor ha aclarado, y su sueño se está reflejando en su obra, y nosotros como lectores somos quienes lo percibimos.
Muchos autores tuvieron que pasar por una época en la que tenían que ocultar o esconder la imaginación, como si aquello fuera una enfermedad, pese a que países de primer mundo podían decir que ellos creaban fantasía y ciencia ficción sin que esto representase consecuencias, pero en México y Latinoamérica, y otros países en vías de desarrollo tenían que pasar la vergüenza de fantasear y reflejar eso en su literatura. Pero años de análisis y estudios sobre este fenómeno social que se ve reflejado en la literatura han dado luz a que esta especie de vergüenza sea resultado del entorno poscolonial en el que vivimos, como si los autores de primer mundo tuvieran un permiso que en México no nos permitimos, por ello Héctor forma parte de esta descontaminación y despeje necesario en la literatura
Las segundas partes en una saga es donde se muestra que la historia de largo aliento permite que veamos el desarrollo de los personajes, la profundidad en que van a ser tratados o los asuntos pendientes que pudieran llegar a tener.
En esta segunda parte de Lacrimus Fábula no es la excepción, Héctor ya nos había mostrado que él iba por otro lado, en un mundo creado enteramente desde su imaginación. El aporte continúa al ser fantasía oscura. Para los que aún no han leído la primera parte, no hay problema con la segunda, pues está tan bien enlazada que ambas se complementan muy bien.
En la segunda parte vemos intriga, persecución, podría decir que es una sensación muy parecida a lo policiaco, esto relacionado a la parte del funcionamiento institucional que muestra como los sora mantienen el orden y crean militancia, pero también subyace la historia de Starker y Madchen, más la melancolía unida a Katara y a asuntos personales pendientes que ella misma tiene. La historia se ubica cinco años después de los asuntos ocurridos durante el primer libro, donde ocurrió El Gran Evento (mismo que no será revelado para fines de asombro en los lectores). Así que ya no vemos a un adolescente tratando de comprender lo que le pasa o preguntándose cómo funciona el mundo y sus propios poderes.
Ya estamos ante un adulto que ha cumplido misiones de alto riesgo y está un poco más centrado en su vida. Si en la primera parte se trataba de la introducción a los personajes, en esta segunda ya es enfocarlos hacia donde deben estar, y puede sonar obvio recalcarlo, pero en ello se iría directamente a la evolución de los personajes, ya nos envuelven en sus motivaciones y en como se mueven, y por lo tanto a nosotros como lectores nos atrapa pues ya encontramos pérdidas y aprendizajes.
Dejémonos pues llevar por la historia, la segunda que inicia donde nuevamente nos retrotrae y engancha a más aventuras, pues La Loba, arquetipo usado en la novela de forma figurada y literal, nos atraviesa y nos indica el camino, es figura y guía, nos habla desde las primeras páginas usando una cita de Nietzsche sobre el abismo, y de ahí nosotros como lectores sabremos como recuperar lo perdido, desarrollar la resilencia, continuar en pie, y seguir hacia adelante con nuestros personajes dentro de la novela.
Laura Elena Cáceres.