Sean bienvenidos nuevamente a esta cueva gamer donde escucharán sangrientas historias que podrán inspirar sus más violentas y sagaces musas que impulsen su narrativa por un nuevo camino… uno que lentamente desciende hacia el infierno.
Hace unos días asistí, junto a las grandes escritoras Tania Huerta y Kristina Ramos, al 5to Congreso Internacional «Literatura y Enfermedad» Homenaje a Gonzalo Portals Zubiate. Ahí dimos una charla muy importante acerca de los trastornos mentales dentro de la literatura fantástica, he de compartirles que me gustó mucho ahondar en la psique de algunos personajes, como por ejemplo en Viorica, el personaje principal de Oda a las polillas de Valeria Montes, que refleja claramente Distimia, por la temprana muerte de su madre. Hablé, después, de los personajes de mi libro El linaje de Abaddon, Alma y Kaled, que, debido a haber presenciado el violento asesinato de sus padres, generaron una personalidad asesina con forma de su yo de ocho años, presentando así pues un Desdoblamiento de la personalidad o Trastorno de identidad disociativo. A su vez, Tania habló de los diversos personajes que puedes encontrar en su libro Madre macabra, donde existen muchas madres monstruosas y niños sádicos; Kristina también ahondó en los brutales personajes que tiñen de rojo las páginas de su libro gore Instinto bestial, lleno de sádicos, asesinos y mujeres monstruosas. Por último, tuvimos un debate acerca de la importancia de la literatura grotesca y de terror como un hilo conductor fundamental dentro de la cultura actual, pues da la libertad de tocar temas que son cruciales, como la salud mental, pero que son negados o incluso tergiversados por la gente, ya que, de lo feo no nos gusta hablar.
Al terminar nuestra charla me quedé pensando en lo vasta e impredecible que es la psique humana y el arte, siempre astuto, tiende a borronear aquellos límites de lo que llamamos realidad. Un claro ejemplo de ello es una película que, cuando la vi a los catorce, no entendí nada, pero ya viéndola veinte años después, supe apreciar la joya que es… me refiero a Vanilla Sky. Esa película juega constantemente contigo puesto que no sabes qué es real y qué no lo es, duele y molesta, aturde y sofoca, tanto como un despertar de la conciencia. No son bonitas las sensaciones que van arrastrándose por ti y la confusión es lo que más te aqueja en este filme y eso es lo que hace a tu mente decir, acabo de disfrutar algo que pocas veces suelo experimentar: el horror de la despersonalización, el terror de perder aquello que siempre pasamos desapercibido, pero que es lo más valioso de nosotros mismos: la cordura.
Y justo en ese punto, recordé otra obra de arte que me hizo sentir lo mismo, con un diseño de niveles y jefes que muchas veces piensas que el que lo hizo debería estar amarrado a la cama de un psiquiátrico, pero con una dosis de survival horror y terror psicológico que sólo una mente dotada podría combinar con excelencia. La narrativa es sumamente confusa y compleja, dándote la trama a cuentagotas y destruyendo todo lo que pensabas con cada minuto que pasa, pero dando un final tan potente que, como cuando resuelves el cubo mágico, todo toma sentido y forma. Dirigido por una leyenda del horror como lo es Shinji Mikami, el creador de la saga Resident Evil, la valla estaba puesta muy alto, pero con este juego fue sobrepasada fácilmente. Y si eres fan del género, su historia te dará muchos puntos de inspiración para crear tu propia historia que hable sobre trastornos psicológicos y lo oscura que es la mente cuando es abierta como si fuera un libro. El juego que hoy les narraré se llama The Evil within.
¡Y comienza!
La historia tiene lugar en Krimson City e inicia intempestivamente a bordo de una patrulla de policía manejada por Oscar Conelly en la que están sentados nuestros protagonistas. Sebastián Castellanos es un detective duro, pero con muchos traumas familiares que, en el pasado, hicieron que se dedicara al alcohol y casi fuera echado de las fuerzas de la ley. Actualmente en tratamiento, se le fue asignado un compañero Joseph Oda, para que funja de supervisor para evaluar que no se vuelva a descarriar, y una principiante July Kidman, de la cual iba a ser su mentor. Una llamada los interrumpe, ordenando que todas las patrullas vayan, con suma urgencia, hacia el Hospital Psiquiátrico Beacon, pues hay sospecha de asesinato múltiple. Al estar cerca, un fuerte pitido les causa un tremendo dolor de cabeza a todos, luego, al llegar y divisar varias patrullas vacías en la entrada, corren de inmediato hacia la puerta principal, donde, Castellanos, dejaría cuidando la entrada a Kidman, ya que era primeriza y no la quería poner en riesgo. Al entrar al vestíbulo, nuestro protagonista y Oda, se enfrentan a un panorama aterrador, puesto que las paredes del vestíbulo estaban llenas de sangre y cuerpos masacrados. Al seguir avanzando encuentran un sobreviviente, parapetado en la sala de vigilancia, este se identifica como el Dr Marcelo Jimenez y tras intentar interrogarlo infructuosamente, este sólo balbucea que Ruvik había regresado, antes de caer inconsciente. Ante esto, Oda le sugiere a nuestro protagonista que revise las cámaras mientras lleva al doctor a un sitio seguro. Castellanos accede, tratando de averiguar qué demonios estaba pasando; al ir a los monitores, puede ver, a tiempo real, cómo una serie de policías eran asesinados a una velocidad sobrehumana por un individuo encapuchado, sin embargo, éste voltea hacia la cámara y desaparece, para luego aparecer detrás de Castellanos y dejarlo inconsciente.
Castellanos despierta, tiempo después, sangrando y colgado entre una serie de cadáveres, estaba amarrado desde los pies con una gruesa soga e incapacitado. Confundido, se hace el muerto mientras observa como un fornido y horripilante sujeto troceaba cadáveres como si fueran reces. Espera hasta que aquel psicópata se retire con la mitad de una persona al hombro, luego, se libera de las ataduras balanceándose hasta sujetar el cuchillo que tenía un cadáver clavado en el esternón. Asustado, huye a toda velocidad sin darse cuenta de que, al abrir la puerta, había accionado una alarma que alerta al energúmeno que procedería a perseguirlo con una motosierra. Castellanos corre con todas sus fuerzas a través de un callejón, pero su pasado con el alcoholismo le jugaría en contra pues su físico no le daría para despistar al demente que logra rozarle con la motosierra en la pierna, deteniendo su huida y haciendo que se desplome pesadamente al piso. A merced del maniático, nuestro protagonista, se arrastra lejos de él; para su suerte este despiadado sujeto no quería matarlo rápidamente, así que, tras accionar un mecanismo oculto y convertir al corredor en una trampa mortal con cuchillas mecánicas, iba a observar cómo nuestro protagonista es reducido a carne molida, sin embargo, Castellanos, cojeando de una pierna, se apresura a entrar en un conducto de drenaje que lo arroja metros más allá, a un desagüe lleno de sangre licuada, vísceras y restos humanos. Ahora, herido y lisiado, le toca esconderse y evadir al Sádico que lo busca con una motosierra, por suerte logra acceder arrastrándose a un ascensor que lo lleva de vuelta al vestíbulo, lejos de las garras de aquel ser que aguarda en las profundidades del hospital psiquiátrico. Al subir, un terremoto sacude con violencia los cimientos del hospital, Sebastián corre a toda velocidad fuera del lugar —sí, te preguntarás por qué está corriendo después de que casi le amputan el pie hace cinco segundos, yo también me pregunté eso y pensaba que era un error, pero no lo era— para encontrarse con un panorama ilógico: la ciudad se está derrumbando por un cataclismo que parece estar asolando todo el mundo. Es en este momento en el que llega Conelly con una ambulancia y le insta a subirse, dentro se encuentra con Kidman, el doctor y un nuevo personaje, Leslie Withers, un paciente albino que sobrevivió a la masacre del hospital. Conelly tiene que manejar entre una lluvia de escombros mientras la tierra detrás de ellos va hundiéndose y varios edificios chocan entre sí por las enormes fallas geográficas que se están moviendo. En este momento, a lo lejos, ve a dos edificios a punto de colisionar y acelera, atravesando un pequeño pasaje en el último segundo, librando a todos de una muerte horrorosa. Tiempo después, logran llegar a unos túneles y, cuando creían que estaban a salvo, Conelly comienza a conducir erráticamente, es en ese momento en el que Castellanos se da cuenta que Conelly está sucumbiendo a una horrenda transformación y, sin oportunidad de detener la ambulancia, todos caen hacia un abismo.
Castellanos despierta en un hospital psiquiátrico donde una enfermera le recuerda que está en un lugar seguro y que si se tranquiliza todo irá bien y se recuperará. Él sale de su celda y la enfermera lo lleva a una silla donde lo sienta y una especie de máquina extraña ingresa en su cerebro, el detective siente como su cuerpo comienza a arder y quemarse, justo en ese momento se despierta para encontrarse dentro de la ambulancia que se estaba incendiando. Nuestro protagonista se arrastra fuera sólo para encontrarse completamente solo en medio de un bosque tenebroso, así es como comienza la búsqueda de sus compañeros y poco después encuentra una misteriosa figura arrodillada frente a un cadáver. Con sorpresa, Castellanos se da cuenta que es Conelly transformado en un retorcido ser con ansia de carne humana y sin un rastro de personalidad alguna, sin otro remedio lo asesina y se abre paso hacia un pueblo costero en el que ve como todos los pobladores son transformados en aquellas abominables cosas después de un pitido fuerte y la luz lejana de un faro. Sin otro remedio, el detective tiene que huir a toda velocidad evitando hordas de aquellos seres retorcidos que eran un amasijo de metal, carne y alambre de púas; tiempo después llega a un puente por el que se lanza al agua para que lo pierdan de vista y pase desapercibido. Adentrándose más al pueblo tiene que enfrentarse a visiones aterradoras, que son recuerdos desordenados de un pasado traumático que por ahora no logramos descifrar, pero que pronto cobrarán sentido. Tras un tiempo logra encontrar al doctor, quien le explica que deben encontrar a Leslie, puesto que es de gran importancia, así que ambos cooperan para salir del pueblo y seguir los pasos del paciente, no obstante, son interferidos por el Sádico, que de alguna forma había podido seguir al detective hasta el pueblo. Con mucha dificultad logra matarlo y con el doctor se reencuentran con Leslie en el sótano de una casa abandonada, pero al tratar de regresar por donde vinieron sólo encuentran una pared donde debía estar las escaleras, es en este momento en el que Ruvik vuelve a materializarse frente al detective alterando la realidad y arrojándolo lejos, de vuelta al hospital Beacon donde, al avanzar por el lugar, se encontraría con algo que llevaría su cordura casi al límite.
De un cadáver emergería, en una vorágine de sangre y entrañas, una figura femenina con ocho extremidades y un cabello negro extenso, Laura, la que lo perseguiría sin piedad por todos los pasillos del hospital hasta lograr llegar a una escalera donde se encontraría nuevamente con Ruvik, quien nuevamente alteraría la realidad, arrojándolo al abismo de las escaleras que, conforme caía se iba convirtiendo en un pasillo y, ahora, en vez de caer simplemente rodaría por una pared hasta chocar contra la puerta de aquella realidad donde la enfermera psiquiátrica lo recibiría nuevamente, tratando de tranquilizarlo y decirle que está en un lugar seguro. Es en este momento en el que Castellanos comenzaría a dudar de su cordura, preguntándose qué era real si lo que vivía o el lugar seguro donde la enfermera psiquiátrica lo atiende como si fuera un paciente psiquiátrico, poco a poco recordaría como estuvo a punto de suicidarse cuando bebía demasiado, puesto que su hija había muerto en un incendio y su esposa se volvió loca. Dejando su pasado atrás, logra avanzar a través de los pasillos del hospital hasta encontrarse con sus compañeros Oda y Kidman, esta última muy tranquila a pesar de estar lidiando con cosas fuera del entendimiento humano. Poco tiempo duró la reunión pues poco después nuestro protagonista es arrastrado a otra realidad por varias extremidades y tiene que enfrentarse a este ser grotesco de aspecto femenino, sin embargo, en su lucha, logra darse cuenta que este ser es débil al fuego y logra derrotarlo. Luego, a través de unas fotos Castellanos es arrastrado a otra realidad donde se logra reencontrar con Oda, quien incapaz de entender qué es real y qué no, sujeta su pistola reglamentaria en contra de su cabeza para suicidarse, pero, tras una lucha, nuestro protagonista logra hacer recuperar la compostura de su compañero. Juntos se abren paso a través de diversos enemigos para ver a lo lejos a Kidman, llevando a rastras a Leslie a una iglesia.
Ruvik vuelve a aparecer y dividir al grupo, arrojando a Castellanos a las catacumbas de la iglesia donde se enfrenta a otro ser grotesco, The Keeper, una criatura con una caja fuerte por cabeza, un atuendo de carnicero y un martillo de carne. Tras vencerlo somos arrastrados a otra dimensión, la del bosque, logramos llegar a una mansión a las afueras del poblado costero. Por unos momentos logramos ver al doctor llevándose a Leslie y es aquí donde, al fin, se nos revela todo lo que está ocurriendo…
Ruvik, el alias de Rubén Victoriano, era el hijo menor de una familia muy adinerada, él desde la infancia mostraba tener una inteligencia muy dotada, pero a costa de tener una mente muy inestable y, en alguna medida, psicopática. La única persona que mantenía a Rubén aún conectado con esta realidad y estable era su hermana Laura, aunque si lees varios textos del juego te vas a dar cuenta de que ambos se querían de una manera un poquito más de lo normal. Un día, la gente del pueblo aledaño fue a incendiar el granero de los Victoriano, en venganza por tomar sus tierras, sin darse cuenta que dentro estaba Rubén junto con Laura. Ella logra sacar a Rubén, pero fallece en el incendio, pero su hermano queda con quemaduras tan graves que lo desfiguran por completo. Este suceso afecta demasiado a Rubén que deja de lado su yo para convertirse en Ruvik y asesina a sus padres. Ya sin ataduras morales ni monetarias, pasa gran parte de su juventud y adultez experimentando con seres humanos para buscar una manera de crear una realidad paralela donde pueda vivir con su hermana. El doctor Marcelo, que era amigo de la familia se interesa por los avances del joven y comienza a brindarle pacientes del hospital para que pueda «experimentar» con libertad en ellos. Tiempo después logra crear el STEM, una máquina capaz de fusionar las mentes de varias personas creando una realidad artificial. El doctor Marcelo se comunicó entonces con la organización secreta Mobius, que comenzó a ayudarlos impulsando aún más el proyecto, sin embargo, Ruvik dándose cuenta de lo que había detrás, bloquea la máquina para que el único motor que acepte sea su propio cerebro. Esta máquina logró transformarse hasta ser inalámbrica, alterando las demás mentes que sólo experimentarían un fuerte pitido. Mobius tiempo después asesina a Ruvik, pero debido al bloqueo tuvieron que usar el cerebro de él mismo para encender la máquina, apoderándose de todo a su alrededor, es por esta razón que todo, absolutamente todo lo que llevan experimentando nuestros personajes es falso, es un reflejo de la mente retorcida de Ruvik y su profundo odio. Es ahí que también se entera que 
Ruvik busca salir al exterior, usando el cuerpo de Leslie, el único compatible.
Castellanos, ahora transportado a la ciudad destrozada que rodea al hospital psiquiátrico, busca volver al núcleo de esta pesadilla. En su regreso, se vuelve a topar con Oda, Leslie y Kidman, esta última levanta el arma buscando matar a Leslie, puesto que revela que es una agente encubierta enviada por Mobius para detener a Ruvik. No obstante, el balazo le cae a Oda, quien protege a Leslie. Kidman corre tras Leslie y Castellanos la sigue de cerca hasta que al fin llegan al núcleo de la pesadilla, pero llegan muy tarde, Ruvik asimila a Leslie y se transforma en un poderoso monstruo que deforma totalmente la realidad a su alrededor. Es aquí donde toma lugar la batalla final donde Castellanos logra imponerse puesto que, él también había tenido un pasado parecido, pero lo había superado, había superado la muerte de su hija en el incendio, había superado la muerte de su esposa al perder la cordura al no aceptar lo ocurrido. Había podido con todo, y esta vez podría con Ruvik. En esta lucha, tal como al inicio, que su mente curó la herida en su pierna, algunas armas aparecen en el camino de Castellanos, esto era su cerebro luchando en contra del control que ejercía el STEM. Ruvik logra herirlo, lanzándolo contra una enorme púa de metal, pero con sus últimas fuerzas alcanzaría un lanzamisiles y acabaría de una vez por todas con Ruvik. Castellanos despierta y se desconecta del STEM, a su alrededor ve al policía y al doctor muertos. Kidman recoge algunos datos y le dice que se haga el muerto, mientras llega Mobius y se lleva a Leslie y a Oda.
Y así termina esta historia, llega la policía especial al Hospital Psiquiátrico Beacon y Castellanos camina fuera de él, buscando un poco de aire fresco… es en ese instante que ve un individuo parecido a Leslie a lo lejos, pero un pitido fuerte le hace cerrar los ojos y perderlo de vista… ¿En verdad logro salir del STEM…?
Espero les haya gustado y les haya inspirado a crear una historia de horror que borronee los límites de la realidad.
¡Hasta luego queridos narradores de lo grotesco!
