“Super Colonia” de Héctor Alvarado Díaz

“Existe una leyenda china que pretende explicar el mundo a partir de un hormiguero. Y, en Super Colonia, las hormigas irán cubriéndolo todo, mordiendo con sus alcaloides alucinógenos en el cuerpo del matemático que comenzará un recorrido topológico y ambiental donde los límites de lo real se diluyen. Como en toda buena novela de ciencia -ficción – o de clima-ficción-, Héctor Alvarado construye un mundo paralelo para demostrarlo”.

Así describe una pequeño texto del programa de la Feria Universitaria del Libro UANL 2019 UANLeer la obra “Super Colonia”, novela del escritor regiomontano Héctor Alvarado Díaz, radicado en Morelia Michoacán. El libro es una co-edición de Textofilia, S.C. (colección Numía, serie narrativa) y la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Me da una alegría indescriptible presentar el libro “Super Colonia” de una gran persona, que aprecio bastante, y tengo la percepción que la simpatía es mutua, a pesar de que no hemos entablado plática alguna, sin duda nos reconocemos, Héctor Alvarado Díaz es un escritor muy reconocido en esta comarca regia, fue durante ocho años, director de la Casa de la Cultura de Nuevo León.

Recuerdo allá por 2010 cuando apenas su servidor iba a talleres literarios en dicha institución, solía encontrarme a Héctor Alvarado en las calles de esta gran urbe de la ciudad de Monterrey, siempre nos saludábamos muy efusivamente, como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, la verdad es que en aquél tiempo sabía que era un escritor, pero mi recién ingreso al mundo literario en aquel tiempo – todavía no tenía bien ubicada su fenomenal trayectoria – nos saludábamos como grandes amigos, que compartimos la gran pasión, muy sacrificante y a la vez gratificante: la literatura.

Y aquí estamos, nuevamente en la sultana del norte, reunidos ahora gracias a la literatura de ciencia ficción. De hecho debo confesar que la ficción ha puesto a levitar los cimientos de esta realidad, cuando me enteré de la programación de la UANLeer de la presente novela, al día siguiente Antonio Ramos Revillas, director de la Casa Universitaria del Libro, me hace la invitación para presentarlo, a lo cual acepté sin pensarlo, asombrado de esas raras conexiones cuánticas que el universo nos juega.

Debo señalar también, que primera vez que la ciencia ficción nos conectó fue cuando encontré en su libro “Cuentos al Prójimo”, un relato dedicado a Ray Bradbury: “Al final del pasillo”, donde “vislumbra una resignación humana encapsulada en un futuro automatizado y frío como una tarjeta de circuitos integrados, nada alejado en la rutina laboral de hoy en día”. Y le solicité su permiso para incluir el citado relato en la legendaria antología que elaboré llamada “Mundos Remotos y Cielos Infinitos”.

SUPERCOLONIA de Héctor Alvarado, es un recorrido literario a través de alucinantes hormigueros, túneles del drama, conflicto, y obsesión, donde la reina es la buena escritura, muchos podemos tener buenas ideas, pero lo difícil es anclarlas en un firme piso literario, seduce con una manera eficiente y amena de construir una voz convincente, una colonia de recursos literarios que nos trasladan en cada página en un delirio y en una angustia donde la razón y el espíritu analítico se escurren como la cera de una vela encendida.

La novela comienza con un fenómeno de la sociedad actual, espiar a vecinos, investigaciones dan cuenta que al menos cuatro de cada diez personas miran a sus vecinos a través de las cortinas, y el 30% lo hace en la oscuridad de la noche, generalmente para criticarlos y olvidar, aunque sea por un momento, nuestros problemas.

Y espiar al otro, puede darse tanto en el marco de la venta, como en la visita que hacemos del muro de facebook alguna persona menos afortunada cuando nos sentimos, tristes, deprimidos o inseguros.

En cada página, no sólo encontraremos una narrativa rica, tejida con oficio literario, sino también apreciaremos la ciencia ficción como una herramienta de crítica social, de los delirios y conflictos internos de una pareja, transcurriendo la trama en las redes de la obsesión, creando nuevos espacios narrativos, emergiendo varios destellos propios del firmamento de nuestra ciudad, donde los regiomontanos de alto tallo podrán identificar, y donde las tecnologías manipuladoras del presente conviven cobijados en un manto de misterio en el cual las mentes más racionales pueden sucumbir.

Reconozco que es todo un acto de valentía sacar a la luz esta novela de ciencia ficción, en estos tiempos, donde la violencia, acentuado por los medios y noticieros matutinos, tienen encañonada la imaginación, que se atreve ir más allá de la realidad.

Héctor Alvarado Díaz, Licenciado en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Fue becario del Sistema Nacional de Creadores de Arte entre 2014 y 2017. Ha publicado: Enciclopedia para ciegos caminantes (1995). La vecina de los deseos (1997). Los pasos de la noche (1998). Esa llega, la memoria (2001). Cuentos del prójimo (2005). Entrevistas con escritores de Nuevo León (2010). La canción del bonsai (2012). El ojo de la iguana (2016). Cuentos del insomnio (2017).Ha obtenido diversos premios, entre los que se cuentan el Premio Latinoamericano de Cuento, el Premio Juan Rulfo para Primera Novela, el Premio Yoremito de Novela Corta, el Premio a las Artes de la Universidad Autónoma de Nuevo León y los premios Nuevo León de Novela y de Cuento.

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1 Comment

  1. A Héctor Alvarado Díaz, se le recuerda con mucho cariño en tierras regias, y en su paso por Casa de la Cultura, “Pertenece a una generación artística yo diría ya casi extinta: respetuoso de valores como la puntualidad y la dignidad humana, llegaba siempre temprano y se daba su tiempo para tomar en cuenta a la gente que dirigía como personas, con un gran cariño por su trabajo, y que no permitía los abusos de autoridad en su área de responsabilidad”. Durante su gestión, Casa de la Cultura representaba una comunidad viva, desarrollo de artistas y centro de atención para la comunidad. Recuerdo que con la llegada de la era digital, se propuso digitalizar los archivos históricos de Casa de la Cultura, y del Taller de Experimentación Plástica, labor que supervisó personalmente aunque le significó invertir varias semanas de su tiempo en cada área.
    A la distancia, un saludo y mis respetos.

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