M. C. Carper para Amazing Stories Magazine: Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.
Felipe R. Ávila: Hola, soy Felipe R. Ávila, argentino, diseñador gráfico de la segunda promoción de la carrera de la UBA, he hecho dibujos animados en forma experimental en los años ochenta con mi amigo Horacio Batlle ¡y hasta canciones!, pero desde siempre fui y soy un dibujante, todo lo cual siempre me sirvió para contar cosas que pensaba o sentía. Así que podrías decir de mí simplemente que soy un narrador, a secas.
M.C.C.: Está bueno, un narrador. ¿Cómo empezaste a aficionarte en las historietas?
F.R.A: De chico, siempre decimos con el amigo Marcelo Piñeiro que aprendimos a leer con las revistas de Novaro. Me resulta lógico ver aquellos años sesenta: la historieta era—como expresara el maestro Lucho Olivera—un “cine portátil”, accesible, cercano…uno podía además entender mucho y más rápido una historia por las ilustraciones y la secuencia que promueve el género, la historieta. Así que como tengo 50, hace como 45 años que leo y amo leer historietas. En 1968 hice mis primeros personajes de historieta “Los Lobos del Espacio”(una copia terrible a La Legión de Súper Héroes con ciertos aires a 5 x Infinito), para lo cual escribí dibujé y ¡hasta inventé el sello editorial!
M.C.C.: Te entiendo, a mi me pasó algo parecido con Patoruzú y, obvio, también hice mis historietas, pero el protagonista era un cachorro de ovejero alemán. Hice unas cuantas páginas y ahí quedé, já, já. ¿Qué temas te gustan en los libros e historietas?
F.R.A: Soy lector, pero sigo géneros. Siempre suscribí a la ciencia ficción y la fantasía. Cuando encuentro algo nuevo que me entusiasma puedo ir a buscar otros textos de ese autor. He leído a los clásicos: Bradbury, Sturgeon, Oesterheld, Grassi, etc. En los últimos años me enganché con varios cuentos de Alfred Bester, otro clásico, pero casi nuevito para mí. Sus relatos donde el tiempo o el espacio van y vienen me resultan una de las fuentes no admitidas de los autores de “Lost.”
Amo las historietas de Oesterheld, de Alberto y Enrique Breccia y de Lucho Olivera. En la niñez seguí a Maroto hasta descubrir desencantadísimo que era un ladrón de cuarta aunque tuviera un Yelow Kid en el estante. Sus robos absurdos a Breccia son terribles. Hay miles de autores que a uno lo han formado: Oswal, con Sónoman, Jack Kirby (desde los inicios en Marvel hasta su etapa con Etrigan para DC), el clásico Súperman dibujado por Curt Swan y el maravilloso Neal Adams. Anotame esto: Carlos Giménez es un genio, desde Delta 99 pasando por el Paracuellos hasta donde quieras. En 1969 comencé a leer la versión española de Spirou, la revista Strong y desde entonces soy un fanático coleccionista y seguidor de los personajes franco-belgas.
M.C.C.: ¿Qué cosa lo de Maroto, no? Pero igual yo tengo varios trabajos de él, con todo es admirable como diseña algunas páginas. De los Breccia consumo todo, con esos tipos se aprende siempre y lo bueno es que experimentaban distintas maneras de hacer historieta. Según el año de sus obras ves los cambios. Admiro al creador que evoluciona, porque en esta vida nunca terminás de aprender algo nuevo. Y Lucho Olivera ¡Jo! Un capo. Como muchos yo lo conocí con “Gilgamesh” y “Nippur”, pero lo redescubrí con “Yo, Ciborg” y los unitarios de Cf que publicaba Skorpio. ¡Qué groso era eso! ¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?
F.R.A: ¿Profesionalmente? Publicar seguido, progresar en el dibujo, porque siempre se aprende. Ahora que lo decís, mi aspiración es doble: por un lado recuperar para la Memoria Popular a autores olvidados y darlos a un nuevo público. Y en segundo lugar, poder editar revistas, alguna vez, que sean masivas, fáciles de adquirir (baratas) y que den trabajo. El Rebrote de la historieta…
M.C.C.: ¡Sí! ¡Rebrote! ¿Podés hablar como empezó eso y que proyectos a futuro hay?
F.R.A: Rebrote comenzó como una apuesta en la web para difundir masivamente nuestros trabajos y darles la oportunidad de colgar páginas a otros, algo como lo que actualmente hace –y mucho mejor- la gente de “La Duendes”, con la dirección de Alejandro Aguado, un capo total. Incluyendo esto la posibilidad de hacer una publicación en papel. Y tanto en papel como por Internet, difundir entrevistas, hacer Cds. de audio y video de los creadores, etc. Pero los costos eran altos y el 99 % los asumía yo solo, más la defección de uno de los integrantes iniciales del grupo todo eso nos demoró más de la cuenta. Así y todo, más lentamente, lamiendo las heridas e integrando a más gente renació “Rebrote”. Tenemos hoy día más de cincuenta entrevistas, muchísimas horas de audio y video de muchos creativos, algunos ya fallecidos (como Luis García Durán, Lucho Olivera, Carlos Costantini, Los hermanos Saavedra, Carlos Abrevaya…por ejemplo, y hasta un fragmento de la entrevista de Sasturain al gran Hugo Pratt allá por los setenta) lo que constituye a Rebrote de alguna forma como un reservorio cultural. Modesto, pero real. Rebrote es hoy día un conjunto de cosas todas vinculadas a la historieta. Tenemos la página en la web: donde además de entrevistas está alojado el sitio inicial del grupo Nippur, sitio creado por Germán Lancillota y Ariel Aviléz. Este sitio web pionero de Nippur de Lagash tengo entendido que estaba por desaparecer. Pero por iniciativa de Rolkiem y aprobación y permiso de Aviléz, el sitio pervive allí.
Tanto esta página como los grupos de afinidad en Yahoo (grupo rebrote, grupo Robin Wood, grupo Mafalda y Quino, grupo Woodiana) están administrados y bajo la dirección de su creador, el amigo y webmaster Javier Rago (Rolkiem).Él creo también el blog inicial de rebrote que puede aún leerse aunque está hace un tiempo sin nuevas actualizaciones. El blog es: Rebrote:.Este blog cuenta con la participación de cuatro miembros del grupo escribiendo notas variadas sobre historieta. El segundo blog disponible lo armé y mantengo yo y es “Rebrote: pensar la historieta”: Hay un blog más y quisiera invitarte y a tus lectores: https://archivocreadoreshistorieta.blogspot.com/.
Donde pretendo “ir juntando” fotos, filmaciones, videos, audios, etc. de los creadores de la historieta, el humor gráfico y la animación nacional. Esto es en fin, Rebrote. Mas la publicación cada tanto de la revista “Cine Portátil” con trabajos y entrevistas.
¿Te gusta el logo? A alguna gente le ha gustado. No dice nada sobre la historieta en si, pero si sobre los brotes nuevos, el renacer…El logo de Rebrote lo hice en mis años de estudiante en la UBA, un día nos dieron varias palabras y una de ellas era Rebrote. Había que “semantizarlas”, es decir: tratar de darles o resaltar mediante algún recurso, el significado de la palabra escrita, en fin, una palabra es un simple conjunto de letras agrupadas. Pero que dice algo. Luego teníamos que proceder por el contrario. Ejemplo: la palabra “pesado” la podíamos dibujar con letras gruesas, oscuras. Pero luego buscar el efecto contrario, la dibujabas casi transparente, etc., etc. Este tipo de ejercicios te servían para aprender a relacionar texto con imagen y era una vía directa a la producción futura de un logotipo cualquiera que te tocara por trabajo realizar.
M.C.C.: Es cierto, visitás el sitio Rebrote y no terminás nunca de leer entrevistas, ver reseñas, novedades y páginas de historieta. Después te fijás quién firma y no lo podés creer ¡Están todos! ¿Qué es lo que te hace juzgar si una historieta es buena o mala?
F.R.A: Es más sencillo de lo que parece y no tiene nada que ver con el gusto, porque eso varía con cada persona. Una historieta es buena cuando el guión y el dibujo se complementan, sin que ninguno “pise” al otro ni sobre-explique nada. Y por supuesto, que me cuenten ambos, guionista y dibujante juntos, una buena historia.
M.C.C.: ¡Ahjj! Sobre-explicar, es el horror de los que creen que escribir un guión de historieta es como escribir un cuento. En realidad está más emparentado con el cine. Digo, por los planos, el cambio de escenas, el manejo del tiempo para narrar y que una imagen puede contar más que mil palabras. Hace años hice un curso de guión, En esa época le daba muy poca bolilla a los superhéroes. Para mí, Supermán y el resto eran algo muy inferior a las historias que leía de España, Francia y Argentina. Fijate que coleccionaba “Bárbara” de Barreiro y Zanotto, “Alvar Mayor”, “Drunna”, “El Incal”, por nombrar unos poquitos. Pero Hernán Botticelli, que dictaba el curso, era un enamorado de Marvel y DC y me presta “El Regreso del Señor de la Noche” de Miller, “La Broma Asesina” De Moore y Bolland, “Elektra asesina” de Bill Sienkiewicz y “Arma X” de Barry Windsord Smith. Aparte de entender que también los yanquis podían enseñar algo sobre hacer historietas, ahora les tengo más respeto. Algo parecido me pasó con el manga cuando leí a Otomo. ¿Leíste algunas de estas historietas?
F.R.A: Las cuatro. Mi orden de preferencias es 1º) La broma asesina, de lejos una joya. 2º) Arma X, y mas atrás las otras dos. El señor de la noche es magnífica, con millones de cuadritos para planos detalle, escenas lejanas, primero planos. Es como una guía de cómo contar una historieta. Fijate que incluso el dibujo no pretende “mostrarse”, está supeditado a lo que cuenta. En cuanto al Manga no me gusta para nada, aunque seguro hay buenos ejemplos, Otomo con Akira hizo una revolución en nuestras mentes occidentales. Pero en términos generales no me engancho. Reconozco que hay muchos autores de “comics” (denominación que como Piñeiro, me reservo sólo para historieta yanky de superhéroes), han tomado recursos del manga e incluso del animé que son excelentes, como las múltiples líneas cinéticas en diagonales para acrecentar el efecto movimiento pero…no me gusta, no me gusta la anatomía, las caras de mujeres caricaturizadas en cuerpos “normales”, los ojos siempre iguales, y cierta tendencia al morbo adolescente en varios ejemplos. Aún así, pido perdón a los amantes del género empezando por el maestro W. Taborda, con el que varias veces polemizamos por mail también junto al amigo Piñeiro, empedernido polemista argentino, che… que cada quién lea y disfrute lo que quiera.
M.C.C.: Sí, es que por fortuna es un universo muy amplio que crece cada año. Yo soy de tomar algo que puede serme útil en el dibujo. Cuando apareció Image, muchos de mis amigos criticaban la falta de negros plenos, todo eso resuelto en líneas que sin color no decían nada. Pero a mí me gustaron mucho Marc Silvestri y Jim Lee, por la forma de mostrar las escenas de acción. Claro que una vez vistas unas cuantas revistas, ya deja de interesar tanto. ¿Qué es la historieta para vos?
F.R.A: Es un medio de expresión, de difusión de ideas, de divertimento, de formación, pedagógico, etc. etc. pero por sobre todo y antes que nada, la historieta es un género literario. Porque narra. Para mí en forma absurda o de estrecha mira, algunas personas sostienen seguramente con buena fe, que “es un Arte”. Y yo digo: “Sí” es un arte también, a veces, cuando cae en manos de artistas. Mirá esto: el teatro por ejemplo, actúa con la palabra y con la imagen, ¿quién lo negaría? Y es un género literario, claramente. Hay obras de teatro que son obras de arte. ¿No? Exactamente lo mismo sucede con la historieta, el noveno Arte, sí, un género literario también. Un medio de evasión, muchas veces. Y un medio gráfico-visual ideal para comunicar ideas. Soy de los que sostienen que en el guión nace la historieta y no del dibujo. Aunque habláramos de guión mudo, sólo con dibujos, igual está el guión tácitamente, primero.
M.C.C.: Es un viejo debate, pasa en lo literario cuando piensan si predomina la narrativa o el argumento. En mi caso como el tuyo, acostumbrado a la historieta, el guión, loco, lo primero. Ahora la cosa más difícil es encontrar el dibujante adecuado al género. Hay gente muy versátil como Vogt, que se me viene a la cabeza ahora. Una vez vi unas historietas de Solano López en la Kiss Comix y funcionaba. Después de leer “Evaristo” o “Slot Barr” no me lo hubiese imaginado, já, já. En cambio, me costaría ver a Lucho Olivera haciendo “Pepe Sánchez”, no sé… Hace poco me pasaron un relato breve para convertir en historieta, leí por ahí que Stan Lee hace así, aunque llena de acotaciones el relato y después de terminado el dibujo le pone el texto.
F.R.A: Bueno, Lucho alguna vez hizo algunas tiras humorísticas hay que ver si podemos rescatarlas. Recuerdo una entrevista entre Moria Casán y Nippur (porque Olivera también escribía, eh) y recuerdo un par de cartoons para la revista Hortensia. Alguien los tiene que tener…pero comparto, hay tipos como Vogt nacidos para la comedia, ensamblan perfecto el dibujo con el guión de Robin Wood por ejemplo. Lo de Stan Lee tiene que ver con esto: hay guionistas que meten tanto texto que al dibujante le dejan dos alternativas:
- 1dibujar donde queda lugar
- aumentar el número de cuadros para dividir en ellos el texto.
Y generalmente hacen lo primero. Stan lee dejaba dibujar según leí en los setenta (y debe seguir haciéndolo) y luego, después, era el letrista el que se metía en el problema de ver en qué lugares podía meter globos con texto. Esto que parece banal, es una marca posterior de fábrica: nadie antes de los héroes Marvel dialogaba tanto mientras peleaba, por ejemplo.
M.C.C.: ¡Lucho dibujando a la vedette argentina Moria Casán! Eso hay que verlo. A mi me gusta que me escriban un guión con detalles de planos, imágenes, hasta disposición de viñetas, no es por comodidad, de ese modo siento que estoy trabajando al unísono con el guionista ¿Te ha pasado esto?
F.R.A: Me pasó cuando me escribía guiones el amigo Jorge Vacca, (editor de Topolin Edizione y luego músico y cantante de tangos). Eran sus primeros guiones y Jorge metía 200 explicaciones. Yo le hacía caso pero eso me agotaba. Aún así, salieron lindas historietas, se publicaron en Italia a principios de los noventa y dos de ellas integraron una revista (“Schizzo”) que sacó una mención en un festival en Francia de la Bande Dessiné en 1989, fuimos (fue Jorge) como representantes de Italia y sacamos un segundo puesto. Unos años después Jorge volvió a colaborar con la revista Fierro y destacaron el premio que ganamos. Mala suerte: como las historietas las firmé “F. Avila” y se ve que Jorge seguía allá en Italia, no estaba a mano, en Fierro destacaron el logro argentino pero me bautizaron: “Francisco” Avila. Fui a la redacción y Lima me dice: “Bueno, no importa… ¡sos vos!”. Cuando Jorge volvió en 2006 unas semanas de vacaciones le regalé el ejemplar…jojojo.
M.C.C.: ¡Já, já!“Bueno, no importa… ¡Sos vos!”. ¿Crees que hay público para lo que haces?
F.R.A: Hay público para todo, la web permite masividad para lo producido. Lo ideal para mi, de todas maneras no es leer en una pantalla sino el papel, la historieta para mi es tinta sobre papel. Siempre hablamos de esto con el amigo Javier Rago (Rolkiem), un gran escritor.
M.C.C.: Rolkiem también es un capo, je, je. Pero sabés, aunque nos guste mucho el papel y sea mejor, las webcomics se están multiplicando como medio de publicación para Ipads y tablets. Los libros infantiles ilustrados están teniendo cierto éxito, No en Argentina, claro, donde pocos tienen un tablet. ¿Tienes un e-zine o webcomic favorito?
F.R.A: Sigo cuando el tiempo me lo permite lo que hace en Barricada el gran autor y dibujante que para mí es Fernando Sosa. Ese tipo es además de lo obvio, un gran dibujante joven, un promotor, un empujador, porque siempre está haciendo algo, lo reconozco cada vez que puedo hacerlo.
M.C.C.: Fernando Sosa es todo lo que decís y además un buen amigo que tuve el honor de recibir en este blog. ¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?
F.R.A: Sí, el único que me fascina, que leo con ese gusto de la niñez es el autor de Hellboy, me encanta Mike Mignola. Y acá sigo a Mikilo, de Curci, Coggiola, Basile, Ibañez, etc. Tipos talentosísimos. Yo promoví a Mikilo como consecuencia directa de Oesterheld en estos tiempos, en la muestra que organizamos desde Rebrote junto al Banco provincia:” Oesterheld y después/Herederos del Eternauta” en 2008.
M.C.C.: Cierto Mike Mignola es muy bueno y hace poco lo vi en un documental donde habla muy bien del comic europeo, recordando cuando Stan Lee y Moebius hicieron una historia de “Estela Plateada”. Mikilo debe tener más adeptos de los que se imagina, hace unos meses hablaron de esa historieta en un programa de Rock & Pop, Falso Impostor, el que conduce Gillespi. ¿Cuál es tu autor favorito?
F.R.A: En historieta, Oesterheld por lejos. Luego Robin Wood. En Poesía y novela: Leopoldo Marechal. En Ensayo y política: Arturo Jauretche. De cualquiera de ellos puedo recitarte fragmentos enteros de sus obras y, del mismo modo, confesar que me faltan leer algunas. Es que me niego a que-salvo Wood- ninguno siga escribiendo. Y es inevitable porque han muerto. Así que prefiero dejar un par de sus libros inéditos para mí, como quien guarda una botella de buen vino para una ocasión posterior, especial.
M.C.C.: Es cierto, me pasa lo mismo con otros escritores, músicos y artistas en general. Cuesta admitir que ya no están aquí para brindarnos más de ellos. Bueno, acá viene la pregunta que te quiero hacer desde que comenzó este diálogo ¿Cómo se te ocurrió escribir Oesterheld y Nuestras Invasiones Extraterrestres?
F.R.A: Bueno, te agradezco de corazón lo que decís. La historia es larga… ¿Tenés tiempo para que te la cuente?
Empieza tal vez cuando me acerco a la Fierro y llevo las figuritas platos voladores al ataque…y Sasturain me propone escribir una nota. Fue la primera vez que me pagaron por escribir algo. Antes había publicado un par de veces pero “Ad honorem”, por aprender y el gusto de publicar, de ver la letra impresa… ¿viste como es esa primera sensación, no? En detalle cuento como fue en rebrote, te paso los links:
- https://rebroteorganizandoeventos.blogspot.com/2011/05/las-otras-figuritas-de-fierro-1-platos.html
- https://rebroteorganizandoeventos.blogspot.com/2011/05/las-otras-figuritas-de-fierro-2-platos.html
Sigo con la historia del libro. Cuando estudiaba curso una materia (Análisis literario y redacción) a cargo de la licenciada Beatriz Borowich, una cátedra muy piola donde veías mucha buena literatura latinoamericana. El último trabajo para aprobarla era presentar una monografía. Yo ya tenía en mi modesto haber la publicación de esta nota y venía maquinando que había unas cuantas historias de Oesterheld que tenían la invasión como eje. Así, propuse y me aceptaron hablar de eso, intentando hurgar en algo más, el tema de la invasión como metáfora del Imperio. La monografía se llamó “Oesterheld: 10 invasiones extraterrestres a la Argentina”. Esto fue en 1986 o 1987. Años después un día me encuentro con otra invasión más y ahí comienzo a elaborar una especie de tabla. Y veo que tanto en cuento como historieta HGO metía recurrentemente el tema de la invasión. Acá había entonces una constante a estudiar o al menos analizar más a fondo. Si bien colecciono lo que puedo, me faltaba mucho material de HGO para poder decir algo concreto, sin errores gruesos. Brevemente: comienzo a recorrer bibliotecas públicas, la Nacional estaba siendo desarmada para llevarla a donde está ahora, entonces voy varias veces acompañado por Darío Slavich (un amigo fanático de HGO al que conocí en Parque Rivadavia el día que los dos sin vernos el uno al otro nos chocamos los codos al ir al mismo momento a revisar una vieja revista Frontera). Bueno, Slavich (primo de los guionistas) me acompañó en esas visitas a la biblioteca que estaba en la calle Venezuela. Cada vez que pedíamos un Billiken para fotocopiar algo cuando volvíamos a la semana ya no sabían donde habían guardado esas revistas, te hablo de hace mucho, allá por 1990, más o menos. Muchas bibliotecas recorrí solo: la del Congreso, las populares, la del Museo de la Ciudad, etc. En ninguna existían colecciones completas y ni hablar del diario Noticias con Guerra de los Antartes. Por eso cuando presentamos mi libro yo dije que “este libro nació de una carencia”. Oesterheld estaba desaparecido físicamente pero también en su obra. Calculá: 1990 no fue hace mucho y sólo encontrabas el eternauta en libro si querías investigar. No había libros de investigación sobre su obra salvo el de Germán Cáceres que lo conseguí (gentileza del propio Germán) recién hace dos años (por eso no lo incluí en mi bibliografía consultada). No había nada, salvo el eternauta, el libro de Watami y el especial Oesterheld de la Fierro que junto a un par de notas de Sasturain en el Péndulo y en diarios unas pocas notas eran lo único. Ante esa carencia tuve que empezar yo a escribir y antes investigar como pude y luego de diez años, tuve el libro listo. Una consigna fue: la obra de HGO es extensa ¿qué tomo para analizar? Una parte, la ciencia ficción. Y de ella ¿qué? La que tiene como referentes a astronautas argentinos por el espacio y las que muestran algún tipo de invasión al país. ¿Y que propongo a estudiar? La idea de que para Oesterheld la invasión extraterrestre es una metáfora de invasión de cualquier imperio sobre una cultura. Y que en tanto invasión, se impone la cultura dominante sobre la dominada.
Cuando comenzaba a escribir el libro conocí a la gente del C.A.C.yF. (Círculo Argentino de la Ciencia Ficción), que se reunían en un bar todos los viernes. Fui porque me interesaba el tema y porque un amigo de la facultad, Sergio Bei, no podía realizar por una cuestión de tiempo lo que ellos le pedían: un logo + un folleto +un afiche de una convención de ciencia ficción que se estaba por realizar (CON-SUR 1). Entonces fui y los contacté. Allí mucha gente me dio datos para el libro, recuerdo especialmente largas charlas con el escritor Barbieri, autor de una novela llamada “Domun”. Horacio Moreno me alentó a escribir el libro y como ellos hacían varios certámenes, también a participar. Así, tomé un capítulo de lo que estaba escribiendo y lo presenté en forma separada dentro de la categoría de ensayo corto. Fueron generosos: me dieron el premio “Más Allá”, y encima me lo entregaron en mano Elsa Sánchez de Oesterheld y Adolfo Bioy Casares. No lo podía creer. A pesar de algunos desencuentros con la comisión directiva del CACyF reconocí siempre que ellos me alentaron a seguir el libro y me conectaron con la viuda del escritor, Elsa. Y esto da para otro relato, otro día. Pero debo decir que la familia fue muy generosa también, brindándome la posibilidad de investigar la obra y de ayudarlos a catalogar las obras –incluso algunas inéditas- y las cientos de revistas. Una tarea que no terminé yo pero que ayudé a empezar. Uno de los nietos, Martín me invitó en esos años a participar con él en un certamen y obtuvimos un 2do. Puesto en un concurso de afiches por los derechos humanos, para una convención que se realizó en Viena. Son gratos momentos y debo siempre agradecer esa amistad que surgió allí en esos años porque los Oesterheld fueron y son gente abierta y generosa. Años más tarde (1995), gracias a Martín participé en la reconstrucción del Sherlock Time para la edición del primer libro en Argentina, el de Ediciones Colihue. Si lo tenés y te fijás vas a ver mi nombre junto al de Martín Mórtola Oesterheld y el de Darío. Bueno, un día terminé el trabajo o mejor: le di un corte y empecé a buscar editor. En Colihue no les pareció potable así que decidí autoeditarlo. En una humilde edición de cien ejemplares impresos en fotoduplicación, encuadernados a mano y con tapa de cartulina gris con la imagen de tapa impresa en un autoadhesivo, salió al fin el primer libro bajo el sello Rebrote. Como lo llevé a Entelequia, ellos se encargaron de comprarme una buena cantidad y distribuirlo luego a otras librerías. Hubo gente que lo compró y algunos se encargaron de decírmelo. Tanto Laura Vázquez como Judith Gociol lo compraron o leyeron y tuvieron la delicadeza de además de decírmelo la de incluirlo en la bibliografía de los libros de cada una de ellas sobre historieta y Oesterheld que escribieron. Esas cosas uno las agradece siempre. Finalmente, un día contacté a Pablo Muñoz -al que ya conocía de aquellos años con la gente del CACyF—y decidió publicarlo en su sello. Deux lo sacó en dos partes por lo que le incluimos otro prólogo, para el segundo volumen. Jorge C. Morhain tuvo la gentileza de escribirlo como sólo el puede: con maestría. Otro tipo generoso Jorge, como Robin Wood que escribió el prólogo del primer volumen y mas tarde, esta vez por intersección de Rolkiem, escribió también unas palabras para ser leídas en su nombre cuando fue la presentación del libro en el año 2007.
M.C.C.: Ahh, yo tengo la edición de Deux, las dos partes, por supuesto. Jorge C. Morhain también ha dialogado acá, una persona excelente. Inolvidable para mí por una obra que merece su reedición: Krantz. ¿Según tu parecer, Los autores de historietas colaboran entre sí o son individuos aislados?
F.R.A: Hay autores que forman buenas duplas, y otros que prefieren la soledad. Es que aunque formes un equipo, por caso yo dibujo a gusto los guiones del escritor Ernesto Parrilla, Neto, que es muy bueno, pero igual como dibujante termino solo dibujando lo que el escribe y que tal vez charlamos antes. Es bueno siempre dialogar, que te gusta y que no para dibujar, etc.
M.C.C.:¿Qué opinas de los ilustradores?
F.R.A: Que son necesarios para ilustrar. Pero para la historieta necesito narradores. Lucho Olivera en los ochenta le demuestra a todos que es un dibujante impresionante, gigante. Sin embargo era mucho mejor una década antes con el Gilgamesh inicial o el gran Nippur donde dibujaba lo necesario. Ya lo dijo Bob Gill: “Lo menos es más, lo más es menos” Y aún así, Lucho a veces en Nippur se mandaba igual algunas ilustraciones de página entera impresionantes…
M.C.C.: Tenés razón, es una fusión interesante, pero que no funcionaría si se hiciera moda ilustrar en lugar de dibujar historietas. Me viene a la mente Segrelles con “El Mercenario” ¿Te acordás?. Había un francés llamado Jeronaton, también. Algo de eso tiene Richard Corben con “Den”. Y hay una historieta que hacia Breccia “Viajero de Gris” todo con aguadas ¡Qué Masa! Sí, una serie de cuadritos perfectamente dibujados no hacen a la historieta, pero no se tiene que entender que dibujar mal es bueno, esto es algo que se aprende haciendo historieta, te confieso que comparto lo que una vez dijo Carlos Meglia de que se produce mucha merda. Nunca voy a dar nombres, porque no me parece ético hablar de productos que, a mí, no me gustan. Pero no puedo evitar discernir entre lo que me parece bueno y malo. Y acá cito a Zsilagyi: No siempre lo que me gusta es bueno. Lo que noto es que hoy hay poca autocrítica y eso impide la evolución. ¿Compartís algo de lo que digo?
F.R.A: Claro que sí. Todo. ¿Querés a alguien más sintético y a la vez elaborado que Hugo Pratt, Oswal o que un Mike Mignola? Dibujantes de la gran siete que no te meten una línea de más. Coincido: no se trata de dibujar mal, al contrario, se trata de dibujar tan bien que no haga falta seguir poniéndole al dibujo detalles superfluos. Si algo se puede decir con cuatro palabras ¿para qué hablar una hora?
M.C.C.: ¡Tal cuál! ¿Es importante la divulgación de las novedades sobre historietas?
F.R.A: Es bueno siempre estar bien informado.
M.C.C.: ¿Qué opinás de la autoedición?
F.R.A: Es un recurso necesario al inicio (hasta Bioy Casares, Marechal y Borges lo hicieron). Valoro la autoedición por esa persistencia de trabajo. Preferiría una variedad de editoriales publicando jóvenes y viejos autores nacionales. ¡Masividad urgente!
M.C.C.: Sí, totalmente de acuerdo. ¿Te animás a opinar sobre algún editor?
F.R.A: Conozco a algunos. Valoro el trabajo que hace Javier Doeyo, me parece un tipo coherente, decente y “empujador.”
F.R.A: Sí, todo el tiempo veo televisión.
M.C.C.: Pero, ¿Ves algunos programas en particular?
F.R.A: Veo de todo. Desde la serie Friends a cualquier programa del canal Encuentro y también ¡los programas de chimentos!, todo hace al entretenimiento y a la cultura. Lo que evito mirar es a TN y a sus satélites perversos. Es desgastante ver la forma en que se manejan para informar, así que me evito horas de malos momentos al no verlos.
M.C.C.: Es buenísimo el Canal Encuentro. Y ahí pasan el programa de Sasturain sobre Historieta y también está “Recordando el Show de Alejandro Molina”. ¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?
F.R.A: Si son adelantos están bien, aunque uno con los años se va quedando atrás y requiere de los más chicos para algunas explicaciones. En muchos aspectos los últimos 15 años parecen salidos de la mejor ciencia ficción jamás soñada.
M.C.C.:¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?
F.R.A: Están muy bien en cuanto ayudan a democratizar la comunicación y el acceso a la información.
M.C.C.: Sí, totalmente de acuerdo, una vez más. Democratizar y permitir la libertad de expresión. A veces me parece que todos tenemos un dictador todavía susurrando al oído que nos hace intolerantes para los que opinan diferente. No creo bueno que pensemos que estamos en otras orillas del río por llevar camisetas de distinto color. Si somos argentinos estamos en el mismo barco. Quizá sea que todavía mucha gente se refiere a sí mismo como nieto de inmigrantes y menciona con añoranza al viejo mundo. ¿Sabés que yo no puedo decir eso? Mis padres son argentinos, mi abuela era argentina y mi bisabuela también, al resto no los conocí. Estoy casado con una argentina. Claro, hablan de españoles e italianos, pero nunca fueron parte de mi realidad. En mi familia no hay ninguna historia de viajes en barco ni de la guerra en Europa. Sólo de trabajos en los ingenios y las bromas que les hacían mi tío y mi
papá a los inmigrantes alemanes que trabajaban el campo en nuestra Mesopotamia. No te hablo de ese nacionalismo barato argentino de creer que tenemos a los mejores en esto o aquello, que nuestro país es el mejor con cuatro climas, porque cuando salís de este país te das cuenta que cada lugar del mundo tiene algo especial y no es un pecado no ser el mejor. Es más, creo que perder es algo muy bueno para aprender ¿Qué pensás sobre esto?
F.R.A: ¡Que sí! Vas a resultar ser como mi alma gemela, jojojo! Agregaría que la concentración de medios como tiene el grupo Clarin (+ de 300 entre diarios, canales de cable y de aire, emisoras de radio y vertientes en la web) nunca es buena y los que dicen sí o los que lo quieren equiparar a los medios que tenga el gobierno de turno, son hipócritas, faltos de raciocinio o directamente solventados por ese macrogrupo que finalmente te baja línea en una sola dirección por sus intereses económicos mientras dice defender la independencia y libertad… me daría risa si no fuera que trastornan la posibilidad de acceso a una mínima dosis de verdad, y ahí se meten con la posibilidad individual de crecimiento personal de cada uno. Aunque sostengan todo el día y por sus cientos de voces lo contrario…
M.C.C.: Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a la literatura tradicional?
F.R.A: El mercadeo condiciona la vida, claro que sí. Pero resulta inevitable: sale una película, enseguida se transforma en muñecos, juguetes, juegos varios, libritos, revistas, el artículo que quieras…es un complemento de la lectura tradicional. Es otra forma de narración. El cine y la fotografía no desplazaron aún a la pintura.
M.C.C.:¿Por que será que en la opinión general, la Historieta es tan infravalorada?
F.R.A: Porque se tiene una opinión pobre formada de ejemplos pobres de tal vez un a lejana y mala lectura de…pobres ejemplos de historieta. Si uno (ese lector pobre, etc, etc.) leyera en cambio el Mort Cinder, a Mafalda o incluso, Gilgamesh encontraría que tras esos cuadritos hilados en secuencia se esconde una profunda forma de manifestar el pensamiento.
M.C.C.: Sí, el que lee Mort Cinder se cae de culo y nunca más puede decir que la historieta es infantil. ¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?
F.R.A: No sé, más bien creo que lo dejaríamos lleno de basura.
M.C.C.: Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?
F.R.A: Trataría de sobrevivir con mis seres queridos, junto a ellos.
M.C.C.:¿Cuál es tu película de historietas o comics favorita?
F.R.A: Tal vez Helboy 2 sea la más fiel versión en cine de una historieta. Igual, no guardo buena impresión general de las
historietas llevadas al cine, aunque hay que decir que las últimas de la Marvel estuvieron cercanas al producto original. Me gustaría ver El eternauta en cine alguna vez o mejor, como miniserie televisiva
M.C.C.: Sí, al menos ya hubo una obra teatral, pero creo que deberían hacer como hizo Peter Jackson con la remake de King Kong, la recreo en los años treinta como la versión original y así se mantuvo fiel en el argumento. ¿Crees que los autores de historieta son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?
F.R.A: Y, hay unos cuantos que lo son. Pero ¿viste a los coleccionistas de revistas? Ellos si que son tipos feos. Para tratar, jojo.
M.C.C.: Ah, si, sí. Los coleccionistas, esos que dicen con la boca torcida: ¿Quién es más rápido, Flash o Supermán? O ¿Quién gana en una pelea, Lobo o Hulk? ¿Cuál fue la última historieta que leíste?
F.R.A: Releí un Asterix de Goscinny. Siempre es bueno volver a lo excelente, aunque sea por un rato.
M.C.C.:¡Como no! Ahora me tienta buscar algunas de Asterix que tengo por ahí. ¿Pensás que alguien leerá este diálogo?
F.R.A: Sí, y que algunos polemizarán sobre si es género o no, o sobre el valor del ilustrador, bah…es sólo mi opinión, nada más.