1775: Alunizaje literario mexicano

“Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña”.

Mark Twain

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Desde joven, hasta la fecha, cómo sorprende mi fascinación hacia nuestro gran satélite. Contemplarlo es un asombro desde que el hombre abrió sus ojos en esta tierra, me imagino incluso al australopiteco admirando esta maravilla.

Muchos relatos de ciencia ficción tienen como tema central el viaje del hombre a la luna, los más emblemáticos: De la Tierra a la Luna (De la Terre à la Lune Trajet direct en 97 heures) publicada por el escritor francés Julio Verne en 1865. Y para inaugurar el siglo veinte, en 1901 el escritor británico H.G. Wells nos maravilla con  Los primeros hombres en la luna (The First Men in the Moon).

Pero México no está ajeno a estos viajes literarios lunares, tiene en su haber uno que data mucho antes de que nacieran Verne y H.G.Welles. Se trata de la obra de un fraile llamado Fray Manuel Antonio de Rivas, y aunque se desconoce su lugar de nacimiento, se sabe que llegó a la península de Yucatán en 1742 y a San Francisco de Mérida en 1770. Su gran erudición le hizo escalar altos cargos en diferentes conventos y denunciar los abusos y vicios de sus colegas,  esto último le hizo víctima de las envidias. Sus adversarios hicieron que las autoridades inquisitoriales en México le abrieran un expediente.

Mientras el caso estaba en proceso, el fray permanecía en arraigo en el convento de Mérida, ahí escribió buena cantidad de cartas para defenderse ante el tribunal, así como diversos documentos, uno de los cuales sus enemigos le retiraron porque pensaron que dicho manuscrito podría ayudarles a su causa, por lo enigmático y las ideas heréticas ahí contenidas.

El cuadernillo consta de 17 páginas, sus dimensiones son de 20.1 x 15.5 cm y tiene escrito a manera de prólogo un almanaque astronómico que el padre Rivas escribió bajo el largo título de: “Sizigias y cuadraturas lunares ajustadas al meridiano de Mérida de Yucatán por un anctítona o habitador de la luna, y dirigidas al bachiller don Ambrosio de Echeverría, entonador de kyries funerales en la parroquia del Jesús de dicha ciudad, y al presente profesor de logarítmica en el pueblo de Mama de la península de Yucatán, para el año del Señor de 1775″.

El investigador e historiador Miguel Ángel Fernández Delgado, experto en ciencia ficción mexicana nos explica algunos términos del título:

“Una sizigia es la conjunción (porque se encuentra en el mismo sentido) de algún planeta con el Sol. Una cuadratura tiene lugar cuando un astro se encuentra a 90º del Sol; por ejemplo, en el caso de la Luna, la primera cuadratura es el cuarto creciente. La logarítmica es la rama de las matemáticas que trata del estudio de los logaritmos; y don Ambrosio de Echeverría debió ser alguno de los sabios de Mérida con los que Rivas solía conversar, pues lo describe como “hombre de un juicio sólido, muy práctico en los primores de la música moderna y en el manejo del canon trigonométrico, de quien podréis informaros en cuanto deseáis saber”.

Dicho manuscrito fue enviado por los enemigos de Rivas como prueba incriminatoria adicional a la inquisición, pero no les rendiría frutos. En 1777 el fray Diego Marín firmaría un documento en que afirmaba que el almanaque de RIVAS no se oponía a la fe. Los inquisidores Vallejo y Galante dieron visto bueno al dictamen, y declaran que el manuscrito no contenía cosa alguna contra la doctrina y que no merecía censura teológica.

El manuscrito de Rivas está resguardado en el fondo Inquisición del Archivo de la Nación en México.  En tan asombroso documento el personaje Onésimo Dutalon hace el viaje lunar y   trata con sus habitantes, llamados anctítonas.  Aquí un brevísimo fragmento del manuscrito:

“Después de dos meses y medio, volví a la isla flotante de mi residencia […] me embarqué en mi carro volante, encomendándome a mi buena o mala suerte, hallándose la Luna dicótoma respecto de quien la observa desde la Tierra […] mandó el Presidente del Ateneo Lunar, diera fe de todo lo dicho y obrado y lo firmara de mi nombre, lo que hago hoy 7 del mes Dydimón, de nuestro año del incendio lunar, 7,914,522”.

En México si bien ya no existe ninguna inquisición, la ciencia ficción es un género todavía no valorado lo suficiente por nuestros escritores, academia e instituciones. Se prefiere los relatos costumbristas. La ciencia y la tecnología no permea lo suficiente en nuestra sociedad como para ser parte integral de nuestra cultura y esto no abona a la creación de ricas propuestas de ciencia ficción,  la producción de este tipo de obras es demasiado reducida, y buena cantidad de las pocas obras editadas de dicho género omiten o esconden la palabra o término “ciencia ficción”, ni siquiera desean vislumbrarlo en el título, portada o contraportada. Así de fuerte, así de crítico es la ciencia ficción mexicana.

Por eso es importante, se sepa tanto en la academia, en las universidades, en los gremios de escritores, en nuestras materias de literatura en secundaria y preparatoria esto: México no está ajeno en este imaginario, a pesar de nuestra producción marginal de ciencia ficción México tiene una admirable historia de literatura de ciencia ficción donde no se envidia nada lo producido en otras latitudes.

Por cierto, para concluir el apasionante tema de los viajes literarios a luna podríamos agregar que la primera referencia de un relato describiendo un viaje imaginario en la luna lo tenemos en siglo II de nuestra era con el escritor sirio Luciano de Samostata en una “historia verdadera” y en otra obra de su autoría llamada “Icaromenipo ó Menipo en los cielos”.

Bibliografía:

Trujillo Muñoz Gabriel (Compilador). El futuro en llamas (cuentos clásicos de la ciencia ficción mexicana). Editorial Vid. México. 1997.

Fernández Miguel Ángel. La Odisea mexicana. Reforma. México. Domingo 22 de octubre de 2000.

Fernández Miguel Ángel. El primer cuento de ciencia ficción mexicano. Asimov, ciencia ficción en español (versión mexicana) No. 9. Editorial El fisgón del universo. México. Junio de 1997.

La herejía de “Sizigias y cuadraturas lunares” seguido de fragmentos del proceso inquisitorial:

https://revistareplicante.com/wp-content/uploads/2013/06/Sizigias-y-cuadraturas-lunares.pdf

Sobre un fraile que escribió un viaje a la Luna mientras era juzgado por la Inquisición:

https://www.ufjf.br/lefcav/2012/02/29/cuando-el-santo-oficio-realmente-fue-santo/

El sorprendente viaje a la luna de Luciano de Samosata en el siglo II d.C .: https://www.pliegosuelto.com/?p=942

La ciencia ficción no nació con Julio Verne:

https://papeldigital.info/tendencias/2013/11/16/01/paginas/020.pdf

 

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