UNA DISTOPIA IN EXTREMIS: Entrevista a Ronald Rodríguez Gonzáles

Ronald Rodríguez Gonzales es un escritor “sui generis” puesto que con sus obras transporta al lector por laberintos desconocidos que impactan de sobremanera. Dicen que para conocer la LUZ es necesario ingresar en la Oscuridad más recóndita, y Ronald resulta ser Caronte quien conduce al neófito para que conozca el inférnum en su verdadera dimensión. Al mismo tiempo, luego del paseo “horroroso”, Ronald sugiere salidas hacia la realidad. En un contexto de realidad vs irrealidad, Ronald  maneja las herramientas para que el individuo haga contacto estrecho con su Sombra y a partir de ahí, seguramente, siendo intuitivo, el sujeto (el lector) podrá dejar el inférnum para seguir por nuevos horizontes. Y en esos caminos podrá encontrar al Hombre Magno, dentro de sí, y podrá seguir la senda del filo de la navaja dominando el bien y el mal. Su obra es una aventura…

Iván Prado Sejas para Amazing Stories – En una primera entrevista que te hice, decías que tu obra estaba dentro del movimiento “cybergrind”. ¿Todavía te mantienes en el Cybergrind o has introducido otros elementos en tu obra?

Ronald Rodríguez Gonzáles – Te agradezco querido amigo por tu inmenso trabajo de análisis y apoyo a las letras. Mi primera obra publicada pertenece a un género que se me ocurrió a momento de plantear la novela como un espacio creativo diferente en el medio literario latinoamericano. Así como Fernando Aracena, o Iván Prado, autores bolivianos han salido de los esquemas y plantillas enseñadas en las facultades de letras, para poder plantear nuevos desafíos. Así nace el cybergrind, como una propuesta contracultural, y por ello, el género se adapta quizás a la prosa agresiva de la primera novela, relatada como una aventura tecnológica y la curiosidad de torcer el conocimiento de otros universos en la comprensión humana. En El Libro de las Sombras existe un nuevo condimento, el mismo que estuve madurando desde el año 2006 con intensa investigación y comprometido estudio de las ciencias desaparecidas, la alquimia, la ritualistica, la geomancia y la magia pagana. Por ello, cuando terminé de escribir El Libro de las Sombras, encontré un objeto distinto al iniciado con El Mártir de los Orígenes y El Evangelio de las Profundidades, porque contenía una profundidad espiritual y revelaciones que yo mismo descubrí en el camino de su construcción. Te costará creer pero muchas de las escenas de la novela las viví yo mismo en diferentes realidades, que puedo atestiguar sin caer en la locura.

A.S.M. – ¿Qué autores han influido en ti para que pases del ciberpunk al cybergrind? ¿Qué elementos has tomado de ellos?

R.R.G. – Mis principales influencias han sido algunos autores de prosa latina. Umberto Eco y su Péndulo de Focault es una lectura muy deliciosa e iniciática que te empuja al estudio de un abanico esplendido de libros disponibles y accesibles gracias al comercio en la red, por lo demás, sus mensajes van cambiando de acuerdo a tu edad y madurez. Igualmente Arturo Pérez Reverte es un maestro de la narrativa moderna en español. Por supuesto, los libros de Vanessa Giacoman, Miguel Sequeiros, Gonzalo Montero y de Iván Prado, me sorprendió lo conectados que estábamos.  Mi cambio radical ha sido con la lectura de obras clásicas y desconocidas de autores como Lord Dunsany, Bulwer Lytton, Madame Blavatsky, Israel Regardie, Macgregor Mathers, Dion Fortune, William Butler Yeats, y otras creaciones más aplicadas escritas por notables magos como Gerald Gardner, Ellen Cannon Reed, Annie Besant y hasta Aleister Crowley. Considero que ésta gente han sido profesionales y académicos muy serios que encontraron las sendas en los misterios que estudiaron toda su vida. Mi fuente de inspiración es la incontenible fuente de conocimiento que encontré gracias a ellos, misma que aún fluye iluminando mi vida.

A.S.M. – En tu reciente libro publicado “Hyperrealidad: El Libro de las Sombras”, colocas muchos elementos esotéricos interpretados y vivenciados en un contexto nazista, lo que provoca un “levantar el velo” de sucesos que solamente un escritor puede imaginar y proyectar en una obra literaria. Desde el plano ciberpunk, o cybergrind como tú lo denominas, permites al lector el ingreso hacia el lado oscuro de la vida. ¿Cuál es el propósito que tú tienes como autor para que el lector “viva” el lado ying de la existencia?

R.R.G.- Cuando terminé de escribir El Libro de las Sombras, me asombró la enorme cantidad de información vertida en una obra tan corta. Si has notado, los momentos más oscuros son los que viven los personajes atados a sus vidas superficiales y mundanas, apartados de los secretos del universo, constreñidos a aceptar sus destinos sin brillo alguno. Pero de repente los misterios les son revelados y encuentran sosiego, coloración, belleza y enorme felicidad. Mi personaje favorito es Lucas, cuando evoco su historia y como encuentra el amor, me llena de optimismo, cosa que para nada es oscura. Y también el encuentro de los otros personajes con sus destinos, la paz interior, nunca pensé que al final mi libro te entregaba un regalo y ese es el misterio principal de éste manual mágico que escribí.

Sobre el contexto nazista, es apenas un episodio de la novela, en la búsqueda de los grandes enigmas de nuestra existencia, el desenfreno del poder ligado a la insignificante existencia del ser humano y sus organizaciones, así como fueron los nazis, hubieron y existen regímenes más nefastos que revierten los equilibrios naturales hoy en día.

A.S.M. – La serie Matrix, en el cine, nos muestra un conflicto entre el bien y el mal en un contexto del malo versus el menos malo, o sea que lo bueno desaparece en una sociedad altamente distópica. ¿Podríamos decir que ocurre lo mismo en esta tu segunda novela?

R.R.G. – Es difícil para mí explicarte ese conflicto, porque el bien y el mal desaparecen en las páginas de El Libro de las Sombras. No se parece en nada a Matrix, idea original de los escritores: Bruce Sterling y William Gibson, cuyos contenidos fueron arruinados para siempre por Hollywood y los hermanos Wachowski. Una sociedad altamente distópica no está descrita en mi libro, pero describo una sociedad que es la nuestra, es el presente. La violencia que existe en el libro es un documental de nuestra realidad, la lucha de clases, los políticos corruptos y los multimillonarios hambrientos. No hay pasajes futuristas como Neo Tokio o el Sprawl, no hay conflictos tecnológicos, villanos exagerados o situaciones bochornosas. Hay varias historias de amor, hay misterios, hay belleza por todo el relato. Es claro afirmar que no hay un malo o un menos malo que asecha desde el cráter del Armagedón. Es posible que despierte prejuicios hebreo cristianos por su relación con los símbolos que la historia religiosa se encargó de retorcer, si eres religioso o judío fundamentalista nunca verás el mensaje final de Hyperrealidad.

A.S.M .- Ciertos pasajes de “El Libro de las Sombras” reflejan en su verdadera dimensión una “sociedad hipercapitalista” que hoy se oculta bajo la máscara de “sociedad democrática capitalista”. ¿En qué medida tu novela es una síntesis expresa de una sociedad decadente que pocos la ven en su verdadera forma?

R.R.G. – El hipercapitalismo es producto de la acumulación de poder en manos de comités o grupos de empresas, organizados bajo el comando de líderes y próceres que continúan linajes y castas muy bien planificadas para ejecutar roles. En éste caso, el Hierofante, una especie de líder iluminado, fue educado por una secta de privilegiados que siempre manipularon las oportunidades y accesos a los grandes beneficios de la vida en nuestro planeta. Por supuesto que la sociedad es decadente, pero por acción de los grupos de poder que detentan la supremacía de privilegios en un mundo consumido por la cancerígena vorágine de sus caprichos.  El mensaje no iba por ese lado, pero es necesario mostrar lo que es innecesario ocultar, como me has dicho, se ha levantado el velo.

A.S.M.- Hyperrealidad es un archivo interdimensional, donde el espacio y el tiempo ya no son lineales, y el lector es conducido por laberintos yuxtapuestos en planos multidimensionales. ¿En qué “momentum” podrá el lector caer en un abismo o elevarse por encima de la forma?

R.R.G.- Me encanta tu definición, porque el viaje es tal cual, un laberinto sin tiempo, sin dimensión, sin espacio. Estaría brincando de felicidad si es que mis lectores quedaran atrapados en ese laberinto, en sus sueños, en sus pesadillas o en sus ilusiones, es mi mayor deseo que así suceda, para que realmente puedan vivir la aventura debería afectarles fuera de la forma, accediendo a los misterios lejos de sus existencias materiales. Para poder integrarse en el misterio ofrecido por éste viaje, el lector debe deshacerse de sus miedos, prejuicios, supersticiones e ignorancia. Aceptar el reto de que éste universo abre puertas permanentes y que las mismas se encuentran disponibles.

A.S.M. – Civilizaciones milenarias y sociedades futuristas se entrelazan mostrando la dinámica existencial de los humanos en ciclos paralelos, saliendo de la mezquina idea “del homo sapiens al hombre actual”. Tu obra sale de esa lógica lineal y entra en el Multiverso. ¿En este sentido, las sociedades son simplemente un “horno” para el surgimiento del Hombre Nuevo?

R.R.G. – Hermoso concepto que has escudriñado en mis humildes letras, el surgimiento del Hombre Nuevo es un desafío para la humanidad en deterioro que abraza su destrucción, su enterramiento. El hombre de nuestra sociedad provoca a su hábitat, el planeta, lo desafía para que reaccione sacudiéndose desde su interior, aunque eso signifique aplastar a sus parásitos, inferiores criaturas encumbradas en sus excesos, glotonería devastadora de la naturaleza. Ese odio oscuro del homo sapiens es la oscuridad en pleno de la humanidad, su existencia es la misma oscuridad, el maligno, el devastador, el monstruo. El Multiverso es el escape, es el desahogo, la esperanza forjada por mis semejantes, brujos y alquimistas. Puedo prometer a quienes lean mi libro, que encontrarán esa puerta de salida bastante atractiva.

A.S.M. – En esta tu segunda obra surgen elementos de culturas indígenas, no en una perspectiva clásica purista, sino entremezclada con otras culturas. ¿Se podría decir que tu novela realza el neoindigenismo dentro de la ciencia ficción, dando una característica peculiar a la ciencia ficción boliviana?

R.R.G. – Hemos hablado bastante con Gonzalo Montero y Dennis Morales de ésta hipótesis particular, el denominado neoindigenismo trata de recuperar los misterios del origen en nuestras tradiciones orales, las ruinas que dejaron los ancestros. Tras muchas visitas a distintos museos, sitios arqueológicos, conversaciones con eruditos y altos creyentes de nuestros mitos, es claro que tenemos un mensaje mayor, una encomienda que todavía no descubrimos y debemos cumplir. Me sentí profundamente inspirado por el ancestral quechua y su belleza fonética, no lo estudié para reflejarlo, sino lo usé como una glosa enigmática, el idioma de “los otros”, los que viven en el universo superior, el hombre nuevo si quieres así nombrarlo. La transición ansiada en el universo superior revela el encuentro con el origen conceptual, de dónde hemos venido, y por qué seguimos buscando como si no pudiéramos ver en la oscuridad de nuestra conciencia. Fuera de llevar a un plano neoindigenista, me concentré en hallar las conexiones con el arcano nacimiento del significado, quiénes llegaron primero a éste primordial Edén andino.

A.S.M. – La forma obnubila a la mente, y esta puede ingresar fácilmente en el laberinto del engaño. ¿De qué forma tu literatura puede apresar o liberar?

R.R.G. – La definición de la forma es un simbolismo extraño, creemos que existimos porque así nos enseñaron nuestros padres. Nuestra mente persigue sus ilusiones, como la caverna de Platón, estamos presos la mayoría de los seres, encerrados en la percepción de lo material, en los pseudovalores religiosos, en la miseria política de la sociedad. La expansión es necesaria para comprender el engaño, la apertura mental es un proceso de autoconocimiento, mis claves ayudan a descifrar el enigma mental de la expansión. Leer mi libro puede ser útil, depende de la persona ver el reflejo sin el espejo, la autoconciencia es un camino personal, el despertar es tarea voluntaria.

A.S.M. – El sexo es un instinto natural que surgió con la aparición del hombre. En la literatura el sexo puede ser usado como un anzuelo para el lector ingenuo o como un parámetro de placer supremo para un lector apasionado. ¿A partir de lo que muestras en tu obra, es necesario conocer nuestra parte animal para reconocer nuestra parte espiritual? ¿Por qué?

R.R.G. – Es sublime el sexo, como también un instrumento de dominación. Las aventuras sexuales de los personajes son las vivencias del autor o de sus semejantes, son criterios, son aproximaciones a la realidad del ser, el proceso de crecimiento es indispensable amar sexualmente o experimentar el fenómeno bestial del apareamiento. En un momento el sexo deja de ser un requisito para las relaciones, son más importantes el dialogo y el cariño. El camino espiritual de los personajes se marca con el amor sexual, que expande sus momentos al paroxismo de las relaciones humanas, creando un más allá, alcanzable con la renuncia, el sacrificio y la entrega total.

A.S.M. – Si estuvieras viviendo en el siglo XVI seguramente habrías sido condenado por haber creado “Hyperrealidad” y, lógicamente, habrías sido llevado a la hoguera por la “Santa Inquisición” (risas).  ¿En qué medida, conducir al lector por un sendero extremamente oscuro te otorga el placer de ser un escritor para un mundo que se transforma? 

R.R.G. – La Inquisición me hubiera quemado por brujo más que por terrorífico, eso es indiscutible. Y admito el placer que me da escuchar a mis lectores contarme sus experiencias extremas con la lectura de mis obras. Muchos concluyen con satisfacción, nadie ha levitado en el nihilismo durante toda la obra, para mí la transformación del universo es tangible todos los días, a toda hora, es importante que el lector lo sienta. Definitivamente soy un rebelde consumado, pero en el camino encontré la voz que me llamaba hacia el conocimiento de mi verdadera vocación. Lo que denominan fe, es para mí un encuentro con el universo superior, el habitáculo de los dioses.

A.S.M. – ¿Cuáles las diferencias entre “El Evangelio de las Profundidades” y “El Libro de las Sombras”, dentro tu saga Hyperrealidad.

R.R.G. – La prosa es diferente en ambos. En El Libro de las Sombras el postulado se cierra como un circulo, en El Evangelio de las Profundidades se queda abierto hacia todas direcciones. Los personajes tienen esa enigmática necesidad de sobresalir, o se destacan en sus ambigüedades, pero en El Libro de las Sombras, el misterio se devela sin mayores dramatismos, menos violencia contra los protagonistas. El uso de símbolos es más intenso en El Libro de las Sombras. Con el Evangelio de las Profundidades no experimentas viajes físicos, la experiencia se queda en un nivel onírico, en cambio en ésta nueva novela es claro que la experiencia será completa.

A.S.M. – Cuando la Luz y la Oscuridad interpenetran en el Cosmos, los humanos son conducidos hacia un remolino con dos alas, una la de la involución y otra la de la evolución. Se dice que el Verdadero Mago domina las dos fuerzas, puesto que el Universo, si bien es dual, en esencia es Uno. ¿Es tu obra un legado para los aprendices de mago?

R.R.G. – Con mucha humildad quiero reconocer ese legado, preparar a quienes sean llamados por los símbolos es una tarea de grandes desafíos. Por supuesto el lenguaje usado no es masivo, no quiero que llegue a las manos incorrectas, el libro ha sido diseñado para camuflarse en la fantasía, ofreciendo a los iniciados la oportunidad de convertir su imaginación en la herramienta de ascensión cognitiva. Esto no es solo un alarde excesivo de soberbia, reconozco que para escribir éste libro fueron necesarios muchos años de estudio, investigación y experiencias personales. De acuerdo a la antigua tradición son llamados El Libro de las Sombras, a todos los manuales o manuscritos de los brujos que anotaron sus conclusiones para que se mantengan alejados de los horribles prejuicios creados por los cristianos y católicos. Como tal cosa ya no existe hoy día, el manual se corrige y será encontrado por su destinatario final, aquel aprendiz de la ciencia antigua, el mago. Manejarse entre las fuerzas universales es una consecuencia del estudio comprometido, el resultado es la desaparición del miedo.

A.S.M. – “La ignorancia es oscuridad” dice el dicho, en este contexto, tú crees que muchos de los escritores bolivianos y latinoamericanos desconocen lo escrito en literatura fantástica para valorarla en su real sentido?

R.R.G. – Estoy convencido que la ignorancia en nuestro país se escondió en las letras principalmente. El desconocimiento académico de los múltiples géneros literarios es una tremenda irresponsabilidad, de aquellos que ostentan títulos (peor de los que realmente los tienen), y se dicen a sí mismos influenciadores. Los dinosaurios creativos pretendieron esconder sus límites intelectuales en la política, el falso izquierdismo, el populismo, el futbol o los tradicionalismos chauvinistas. Algunos lo hicieron en el coloquialismo, la coba de las cárceles, el alcoholismo o el virlopitucaje (en palabras de nuestro admirado Dr. Alberto Rodríguez Méndez), más difundidos en el populacho, que constituye el prebendalismo deglutido por las redes sociales, es el acullico del Facebook, los renegados de la pollera y los criollos sin pedigree, además de una maliciosa tendencia denominada narcojerga que nace de la fuerte difusión de la mafia en Latinoamérica, el dinero fácil, la prostitución y la adicción a las sustancias ilegales. Fuera de ello existe una generación nueva de artistas y sus jóvenes seguidores que no son parte de ese movimiento falso, y constituyen una estirpe nueva de lectores que valorizan lo auténticamente boliviano, sin caer en pretensiones o futilerías. Son los millenials que han sido criados con tradicionales valores y en familias disfuncionales, pero la sangre nueva revitaliza el conocimiento, el estudio y las letras. Siento que los escritores de éste milenio tenemos una mayor responsabilidad porque hemos de incentivar la siguiente camada de artistas cuyos hombros pesan las oportunidades para un hermoso futuro.

A.S.M. – ¿Se puede decir que la ciencia ficción y la narrativa fantástica bolivianas son parte relevante de la nueva narrativa nacional y latinoamericana? ¿Por qué?

R.R.G. – Tienen que serlo debido a la revitalización de elementos que se estancaron en la historia literaria de nuestro país. Escritores como Jesús Lara, Antonio Paredes Candia, Juan de Recacochea, Roberto Querejazu Calvo o Aguirre Lavayén eran investigadores de sus temáticas, llevando por lejanas sendas sus postulados que obligaban al lector a introducirse en la amplitud de sus narrativas. Esa profundidad de estilo retorna a las letras bolivianas, alejándose de las escuelas tradicionalistas, modelos antipáticos que inclusive fueron adoptados por autores que viven en el extranjero, pero que producen como bolivianos, perdiendo para siempre la esencia literaria que recae en el cultivo de letras rebeldes. Pernoctar alabando el éxito de éstos falsificadores no constituye el ámbito completo, ese pequeño acervo implica una actitud miserable de reducidos aspirantes que niegan las capacidades de sus semejantes, es despreciar al boliviano que no puede pagarse una catedra en Francia o en Suiza. La ciencia ficción y la fantasía son herramientas necesarias para el desarrollo de las nuevas letras, que se nutren de hipótesis increíbles, han demostrado que los bolivianos tienen un pensamiento progresista, ambicioso y autentico. No conozco a ninguno de los autores de esos géneros que se haya anquilosado, repitiendo sus fórmulas, apostando a su suerte, todos ellos siguen estudiando y proponiendo.

A.S.M. – Hay escritores que han ingresado y siguen ingresando a la ciencia ficción como una vertiente importante dentro de la creatividad literaria. ¿De qué manera, los escritores que hacen parte de SUPERNOVA, han contribuido y contribuyen para el desarrollo de una ciencia ficción sui generis dentro del país y en Latinoamérica?

R.R.G .- Como integrante del colectivo, hemos ayudado e incentivado a otros escritores del país a producir libremente. Otros que ya tenían recorrido, se han animado a lanzar masivamente sus trabajos y nosotros hemos estado cerca viviendo la experiencia, sin embargo el mérito de Supernova es realizar una tarea integradora de éstos artistas prestando todo el apoyo para la difusión y comercialización de sus trabajos en todo el territorio nacional. Viajamos a las ferias, realizamos encuentros, proponemos actividades de protección a los derechos legales, hacemos que estos escritores sean los protagonistas, nunca los seguidores. Supernova no tiene seguidores o asociados, todos son artistas independientes que cultivan sus trabajos en sus géneros y triunfan, por supuesto que estamos felices cuando son exitosos. Creo destacar que los escritores de éstos géneros estamos cómodos de trabajar en conjunto y no tenemos ni hacemos competencia. Nuestro último esfuerzo es crear una red internacional de escritores que unidos replanteamos el criterio de la ciencia ficción y fantasía latinoamericanas.

A.S.M. – Cuáles son tus futuros proyectos en el ámbito de la literatura?

R.R.G. – Este año, gracias a Kipus y don Pedro Camacho, he terminado de publicar la saga HYPERREALIDAD que culmina con la edición de la novela EL MARTIR DE LOS ORIGENES, concluyendo al fin éste ciclo que empezó hace quince años. Será presentada oficialmente en septiembre, pero espero ya poder comercializarla en las ferias que se aproximan.

Mi siguiente novela ya no es ciencia ficción, magia ni fantasía, trata sobre la guerra de oriente medio, la primavera árabe, los negocios destructivos del petróleo. Se llama LA MAS LEJANA MEDIANOCHE, un trabajo que sorprenderá a mis lectores.

Además quiero publicar un libro de cuentos y versos para estudiantes, que tiene material desde los años noventa. Y actualmente estoy escribiendo una novela que tiene muchas referencias a la música, mi principal diva, con unos personajes maravillosamente tenebrosos.

Y con Supernova estamos publicando la Antología 3, que es un inmenso trabajo que reúne escritores internacionales transformando la Antología en un producto para exportación. Mi sueño inmediato es llevar estos trabajos a las ferias de Lima, Bogotá, Guadalajara, Santiago y Frankfurt.

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Ronald Rodríguez Gonzales es un escritor boliviano que ha creado la saga Hiperrealidad, con tres novelas, dos de las cuales ya han sido editadas. La primera “El Evangelio de las Profundidades” recibió un premio literario en 2011 y la segunda “El Libro de las Sombras” fue editada por el Grupo Editorial Kipus en 2017. Asimismo, el autor ha escrito cuentos y relatos para las antologías de SUPERNOVA, para revistas, blogs y webs dentro del ámbito literario nacional e internacional.

 

 

 

 

 

 

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